«Stablecoins» – monedas de casino que pueden cambiar la economía monetaria mundial

https://www.eldiario.es/tecnologia/son-stablecoins-criptomonedas-poderosos-capacidad-debilitar-bancos-centrales_1_12392409.html

Las «stablecoins» son monedas creadas para su uso dentro de determinados entornos como herramienta de intercambio o de compra-venta de bienes y servicios. Su valor viene determinado por la empresa gestionadora de dicho entorno como un valor fijo respecto a una moneda de curso legal, generalmente el dólar. Eso las separa del resto de criptomonedas (cuyo valor es variable), sin embargo, su gestión se realiza igual que con «bitcoin» (y el resto de criptomonedas) a través del sistema de «cadenas de bloques» (blockchain) que permite que los intercambios de moneda y las transacciones se almacenen de manera distribuida en múltiples servidores, impidiendo que dichos datos puedan ser robados, manipulados o destruidos.

En el fondo son «monedas de casino». Y lo son porque su mecanismo es idéntico al que se lleva a cabo con las fichas de los casinos: las compras al entrar al entorno (usando monedas de curso legal); las usas mientras estás en él para jugar o para pagar en el bar; y, luego, al salir, las vuelves a cambiar por moneda usual.

¿Quién está pensando en emitir este nuevo tipo de monedas y por qué pueden alterar el mercado monetario?

¿Quiénes son los interesados en este tipo de monedas, que muy pronto comenzarán a aparecer «como las setas»? Los interesados son grandes empresas tecnológicas: Meta, Amazon, Apple, Google, o cualquier otra con una comunidad muy amplia de usuarios que realizan compras o intercambios dentro de la plataforma. ¿Qué les reportaría? Fundamentalmente un mayor control sobre las transacciones, dentro de su entorno, que ahora no tienen. En primer lugar dejarían de depender de las dos grandes empresas que controlan los intercambios en las compras: Visa o Mastercard. En segundo, les permitiría abaratar costes (los que esas empresas les cobran) y agilizar las transacciones que ahora no dependerían sino de sus propios servidores y no de los de dichas empresas. Y tercero, y lo más importante, tendrían, de manera exclusiva, la información que ahora posee Mastercard o Visa sobre sus clientes y que podrían venderles a todos aquellos interesados en «perfilar» a (crear perfiles de) sus clientes. Es decir, todas aquellas empresas de publicidad o de venta (o de marketing político) que buscan evitar las campañas genéricas y optan por elegir a sus objetivos y darles a cada uno lo que más les puede dirigir hacia su producto (ya sea un tipo de vehículo o un partido político ante la proximidad de unas elecciones). Es decir, una publicidad completamente personalizada para dichos usuarios.

El problema para el sistema económico vendría por el peso que dichas monedas puedan llegar a tener dentro del conjunto del mercado monetario. Recordemos que el valor de una «stablecoin» es un valor garantizado por la empresa que emite dichas monedas y que, generalmente, se respaldan con bonos de deuda del gobierno de EE.UU. a largo plazo. Si el prestigio de esas monedas va en aumento y las comunidades que confían en ellas también, podrían llegar a saltar más allá del entorno para el que fueron creadas convirtiéndose en competidoras del dinero usual fuera del control de las autoridades monetarias de los países. En ese caso la gran empresa se convertiría en un entorno carente de regulación, de carácter supranacional, fuera del alcance de los Bancos Centrales.

Lo cierto es que la aparición de este tipo de monedas alterará el mundo económico reduciendo el peso de los Bancos Centrales que controlarían mucha menos masa monetaria, siendo sus decisiones menos relevantes para un entorno económico de «stablecoin» que se va a disparar. De hecho, el Banco Central Europeo está acelerando la puesta en marcha del «Euro digital», una moneda equivalente al Euro físico y que permitiría los intercambios comerciales de manera ágil, anónima y fiable sin depender de los grandes gigantes estadounidenses de las tarjetas de crédito. Lo mismo sucede, por ejemplo, con la idea de crear una moneda virtual por los países del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, a los que se han ido añadiendo otros nuevos) y a los que amenazó Donald Trump con consecuencias demoledoras si llevaban a cabo la iniciativa. Pues esta medida supondría que el comercio entre estos países dejaría de realizarse en dólares y se haría en dicha moneda, avalada por la economía de todos ellos.

En suma, el mercado monetario y el sistema económico mundial están a punto de cambiar para convertirse en algo muy distinto a lo que conocemos. Y lo hará muy rápido, y tendrá consecuencias políticas y geoestratégicas que aún no somos capaces de evaluar. La más importante puede ser la caída de los EE.UU., que sin el control y el peso del dólar entraría en una situación económica absolutamente insostenible con una deuda externa descontrolada. De ahí su rechazo furibundo a estrategias como las de los BRICS.


Amazon – Jeff Bezos

Amazon surgió como una tienda de venta de libros «online». Pronto comenzó a vender otros artículos y, más tarde, abrió su plataforma a la venta de terceros de todo tipo de productos. Ahora es quien domina el mercado: en EE.UU el 40% de las ventas «online» se realizan en Amazon; en España el 68% de los que realizan compras en Internet utilizan esta plataforma.

La entrada de este nuevo tipo de comercio ha sido demoledora para el comercio tradicional, provocando el cierre de miles de pequeñas (o no tan pequeñas) tiendas que han perdido su base de negocio. Ahora es común recorrer las calles de las ciudades y ver cómo se suceden los carteles de alquiler (o venta) de locales comerciales vacíos de los que antes nadie se desprendía. Del mismo modo, los dependientes de pequeños negocios ha sido sustituidos por trabajadores de almacén y por una legión de repartidores a domicilio que viven el estrés de unos controles de tiempos y de productividad insoportables, bajo la mirada constante de una empresa que les obliga a rendir como máquinas. Porque, no nos engañemos, el objetivo de Amazon no es contratar trabajadores para la mejora de la vida social del entorno en el que se instalan, sino sustituir a todo el personal humano posible por máquinas que realicen su trabajo sin descansos, enfermedades, bajas o quejas.

después de dedicar su vida a perfeccionar el capitalismo –precio, consumo, distribución, productividad, crecimiento– ahora necesitara buscar una solución grandilocuente a los problemas que él mismo ha contribuido a crear, enfocando el resto de su tiempo en una huída hacia adelante (o mejor dicho, hacia arriba, hacia el espacio).

delia rodríguez, «Jeff bezos: la termita mecánica» – revista tintalibre, mayo 2025, pág. 21

La tienda de libros iniciada en un garaje y financiada con el dinero de sus padres, a quienes también hizo ricos, fue un éxito inmediato, y pronto añadió todo tipo de productos a su catálogo. Se benefició de la larga cola de internet, es decir, de la capacidad de los comercios electrónicos de dar salida a todos esos productos que no son ni los más vendidos ni de uso diario, pero que desearemos en algún momento. Amazon sobrevivió a la crisis de las punto com.
Llegaron la compra en un solo clic, que eliminaba fricciones en el comprador y facilitaba enormemente la venta; el marketplace, es decir, la posibilidad de que terceros usaran su plataforma para vender; Amazon Prime, una gran novedad en la distribución y la relación con el cliente. Creó Amazon Web Services, la división de alojamiento y computación en la nube que transformó el modo en el que trabajan los equipos técnicos y supuso en realidad otra gigantesca empresa hermana. Vinieron también el Kindle, con su servicio instantáneo y casi mágico de descarga de libros; su asistente de voz Alexa, inspirada por Star Trek; la productora Amazon Studios (que incluye Metro-Goldwyn-Mayer) y la distribuidora Amazon Prime Video; la plataforma de streaming Twitch; la compra de los supermercados Whole Foods, que permitió enviar productos frescos. La tienda de libros se transformó en un ecosistema completo. 

ibid., pág. 20

Un sistema de vigilancia y de explotación de los trabajadores

como le dijo una vez el senador Bernie Sanders, después de que se supiera que una décima parte de sus trabajadores en Pennsylvania y Ohio recurrían a cupones de comida para subsistir: “En lugar de intentar explorar Marte o ir a la Luna, ¿qué tal si Jeff Bezos paga a sus trabajadores un salario digno?”.
La lista de críticas a Amazon es amplia y está bien documentada: apenas paga impuestos, pero aprovecha las infraestructuras públicas para su negocio; hace lo posible por impedir la sindicación de unos empleados exprimidos e hipervigilados que trabajan en condiciones extenuantes (fue famoso el caso de repartidores tan presionados que orinaban en botellas de plástico porque no podían perder un minuto); sus prácticas monopolísticas y su trato a terceros están en la mira de las autoridades europeas y estadounidenses; el impacto ecológico de sus envíos y sus centros de datos es descomunal. Por ejemplo, la ampliación de las tres instalaciones de la compañía en Aragón consumirá más energía que toda la comunidad autónoma, además de unas cantidades de agua ingentes. A cambio, promete 17.500 nuevos empleos.

ibid, pag. 20

Y también compró el Washington Post

Lo hizo en 2013 por 250 millones de dólares, y dejó que siguiera con su dinámica y su línea editorial hasta que decidió no oponerse a Donald Trump durante su segunda campaña electoral. En ese momento decidió que el periódico no apoyaría, como hasta ese momento, al candidatos demócrata y que se mantendría «al margen» defendiendo la libertad personal y la del mercado.

Algunos periodistas relevantes dejaron sus puestos como protesta. Unos 250.000 suscriptores ya habían cancelado sus suscripciones pocos meses antes en respuesta a la decisión del periódico de cancelar su apoyo a Kamala Harris, lo que se interpretó como una capitulación ante Trump. Asegurándose el control editorial de una de las grandes instituciones de la prensa, cuyo trabajo es supuestamente vigilar a los grandes poderosos como él, Bezos expresaba su puesta a disposición del régimen republicano, igual que hizo Elon Musk transformando X en la gran herramienta de propaganda del trumpismo, o Mark Zuckerberg eliminando cualquier rasgo de conciencia social en sus redes sociales. Quedaba claro que los magnates de la tecnología eran también los dueños de la información. 

ibid, pág. 19

A este paso, si queremos vivir en un estado social y democrático de derecho, tendremos que hacerle caso a Musk y Bezos… nos tendremos que ir a la Luna.


Doge – Elon Musk

Este hombre patético e inmaduro ya no es sólo la persona más rica del mundo, también ha sido en los últimos meses el apoyo del presidente de la primera potencia mundial. Donald Trump le ha confiado la reforma de la administración para hacerla más eficiente y eliminar todos los gastos superfluos, y para ello le ha puesto al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental, DOGE por sus siglas en inglés. DOGE, igual que la criptomoneda que Elon Musk ha promocionado a lo largo de los años. Parecería una broma si no fuera porque las decisiones de Musk en este Departamento han supuesto que entre 50.000 y 60.000 personas pierdan el empleo. En opinión de Musk, en la administración no se trabaja como se debería. Según él “nadie ha cambiado el mundo trabajando 40 horas a la semana” y “el número correcto de horas es una media de 80 a la semana, con algunos picos de 100 horas semanales”. Trabajar 100 horas “es fácil si realmente amas lo que haces, porque no lo consideras trabajo”. Cuando Musk compró Twitter ya estaba al frente de Tesla, SpaceX, The Boring Company y Neuralink, y ha explicado que en ese momento su horario de trabajo llegó a las 120 horas a la semana. Algo más de 17 horas al día, los siete días de la semana. Casi nadie que trabaje en la administración está a la altura de sus expectativas. 
Esta oleada de despidos se ha realizado sin piedad. Uno de los departamentos fulminados ha sido USAID, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, con actividad en 160 países abarcando áreas como salud, educación, protección de la infancia o seguridad alimentaria. Su programa de Alimentos para la Paz (Food for Pace) proporcionaba ayuda a más de 41 millones de personas en 36 países, el Plan para el Alivio del SIDA (PEPFAR) ha salvado más de 26 millones de vidas y apoyado el tratamiento antiviral de más de 20 millones de personas, el Plan contra la Malaria (PMI) brinda apoyo y prevención a más de 500 millones de personas en África. Por no hablar de los programas de apoyo a la infancia o a la pobreza. Todo cerrado y cancelado de manera súbita. La persona más rica del mundo ha decidido que se puede abandonar a las personas más pobres del mundo.
Parece un juego y no lo es, pero aunque lo fuera Musk también jugaría sucio. Es conocida su afición a los videojuegos y en reiteradas ocasiones se ha esforzado en demostrar que cuando se lo propone puede llegar a ser uno de los mejores del mundo. Este posicionamiento le había ayudado a conectar con el público más joven, pero ha quedado en evidencia cuando al analizar su historial en línea se ha descubierto que su cuenta de juegos estaba activa y logrando puntuaciones récord a la vez que estaba asistiendo a la toma de posesión de Trump, este enero de 2025. No le ha quedado más remedio que admitir que hace trampas usando a terceras personas para que jueguen en su nombre, pero se ha negado a disculparse. Todo lo contrario, se ha dedicado a acosar en su red X al usuario que había descubierto su engaño.
Steve Bannon es el ideólogo ultraconservador que diseñó y lideró la estrategia que llevó a Donald Trump a su primer mandato en la Casa Blanca. Tras acceder al poder tuvo graves problemas relacionados con un enorme e injustificado desvío de fondos públicos, lo que le llevó a salir de la escena pública. Tras este embrollo dedicó su energía, y mucho dinero, a crear “una infraestructura global para un movimiento populista global” que le ha llevado a apoyar desde hace unos diez años el desarrollo de movimientos políticos conservadores y populistas en distintos países. El Frente Nacional en Francia, Vox en España, Fidesz en Hungría, la Liga Norte en Italia, Alternativa por Alemania, los Demócratas de Suecia, el Partido por la Libertad de Países Bajos, el Partido Liberal de Austria, el Partido Popular de Suiza, el Partido de la Independencia en Reino Unido, el Vlaams Belang flamenco, el Partido Popular Belga, el Partido de los Finlandeses, la Alianza de los Socialdemócratas Independientes de Serbia, el Likud israelí o la campaña presidencial de Jair Bolsonaro en Brasil. En un mundo global susceptible de ser operado con plataformas digitales supranacionales, cuando tienes mucho dinero y mucha ambición, te puedes plantear una estrategia para llevar más allá tu ideología y tus intereses. Ahora los socios de Elon Musk ya no sólo quieren hacer negocios, también quieren dominar el mundo. Pero ya se ha visto que Elon Musk tiene una facilidad innata para pelearse con sus socios. Algo pasó porque Bannon dice que Musk “tiene la madurez de un niño”, “debería volver a Sudáfrica” y que “detenerlo es para mí una cuestión personal”.

genís roca, «la maldición de elon musk» – revista tintalibre, mayo 2025, pág. 13

El fenómeno de las criptomonedas

Más allá de lo que supone el sistema blockchain como mecanismo simple y descentralizado que permite, en cualquier momento, determinar la autenticidad de un intercambio, sea del tipo que sea. Lo cierto es que de este nuevo sistema han surgido todo un conjunto de «criptomonedas», entre las que destaca «Bitcoin», que se han convertido en el modelo de un nuevo tipo de economía al margen de los estados y los controles de los Bancos centrales; unos nuevos modos de intercambios cargados de polémica y que algunos crean o potencian sin escrúpulos.

El infierno de las criptomonedas (Revista TintaLibre, abril 2025)

En el caso de España, el fenómeno de las criptomonedas es relevante como lo demuestra el hecho de que es «el cuarto país del mundo en número de cajeros de criptomonedas» (Ibid., pág. 35).

Con el fenómeno de las «criptomonedas» estamos hablando de:

1. Una economía especulativa (no productiva), de Casino, capaz de generar grandes beneficios o grandes pérdidas sobre la base de la credibilidad y valor que los usuarios otorgan a unos activos creados por alguien y que, de repente, tienen «valor» para ellos. Pero es igual a lo que ocurrió con los sellos (y con la crisis que se produjo en España con la quiebra de «Forum Filatélico»): mientras se cree en ellos, estos valores suben como la espuma y producen gigantescos beneficios, sobre todo a quienes los crean; pero, del mismo modo, en un momento determinado, alguien pone en duda ese valor y comienza a vender: el efecto contagio es tal que todo cae, con una velocidad vertiginosa, como en un gigantesco castillo de naipes. En algunos casos son, simplemente, fraudes del tipo de las pirámides Ponzi. Algunos ejemplos ilustrativos: hace unos días, fue detenido un grupo de individuos que crearon un mercado para la inversión en criptomonedas. Cuando los inversores quisieron recuperar su dinero descubrieron que de cada 1.000 € «invertidos» 700€ eran comisiones que cobraba la «empresa» y sólo 300 € eran realmente inversión en criptomonedas. Ahora, si recuperan algo, sólo podrán hacerlo de esa parte realmente invertida. Otro ejemplo: «Entre noviembre de 2021 y enero de 2022 […] Dogecoin (DOGE), impulsada por menciones de Elon Musk en X (antes Twitter), perdió más del 90% de su valor, desplomándose en menos de un año. PepeCoin generó más de 1.000 millones de dólares en transacciones en su primera semana antes de caer. También se produjeron estafas como la de SquidCoin, un criptomoneda inspirada en la serie «El juego del calamar», que alcanzó un valor de 2.861 dólares antes de llegar a cero » (Ibid., pág. 35). Tampoco debemos olvidar el caso de Javier Milei que siendo presidente promocionó, en su cuenta de «X», un «meme coin» llamado $Libra al que consideró valioso para reactivar la industria argentina. La citada «moneda» se descubrió, a los pocos días, que era una estafa, provocando importantes pérdidas de cerca de 100 millones de dólares entre quienes creyeron en ella y en las recomendaciones de su presidente. Del mismo modo, cuando Donald Trump fue elegido presidente de los Estados Unidos, tanto su mujer como sus hijos crearon, de la nada, «monedas» parecidas con las que han conseguido pingues beneficios (él también tiene la suya).

2. Una actividad al margen de los sistemas de control del Estado, de la supervisión financiera y fiscal de sus instituciones y de sus mecanismos de regulación (con los que se pretende proteger a los consumidores de fraudes y de quiebras sin responsables). Las criptomonedas se gestionan en mercados situados en países con baja fiscalidad con el fin de evitar el pago de impuestos en el país del comprador. Asimismo, su falta de regulación las convierten en una herramienta fundamental para el crimen organizado, el tráfico de drogas, armas o cualquier otra actividad delictiva.

En este orden de cosas las criptomonedas se presentan como un campo de libertad y rebeldía contra el Estado, al que desprecian. Como dijo Margaret Thacher: «La sociedad ¿quién esa persona?»

Odio, ira y rabia es lo que une a una comunidad que siente un absoluto desprecio hacia lo colectivo, buscando la creación de DAOs, es decir, de Organizaciones Autónomas Descentralizadas, sin la intervención de instituciones públicas, sin control estatal ni de las entidades financieras.

las criptomonedas se erigen como la única vía para acumular riqueza y alcanzar el éxito en un sistema guiado por el sálvese quien pueda. El cripto-bro se convierte así en una figura central de nuestro tiemplo: encarna al exaltación de la pulsión irracional y sádica a la que nos empujan las finanzas, ataca al Estado como garante de la soberanía popular, la autoridad política y los derechos ciudadanos. (Ibid., pág. 34)

[…]

En el plano ideológico o cultural se va asentando un cierto materialismo romántico que idealiza el papel de las finanzas y la tecnología como motores de progreso dentro de una civilización de mercado cada vez más compleja.» (Ibid., pág. 36)

En resumen, este enfoque supone básicamente: especulación; economía de casino; la disolución, en el imaginario colectivo, del concepto de sociedad; es convertirlo todo en objeto de mercado; desregulación; privatización; priorizar el beneficio monetario sobre otros valores o consideraciones, olvidando el bien común o el beneficio social; es individualismo a ultranza; es debilitar al Estado, cuando no un ataque directo al Estado; es eliminar la redistribución de la riqueza que supone una fiscalidad progresiva; es infantilización, superstición y pensamiento mágico.

3. Estamos ante la expresión de un individualismo sin medida de hombres «con cojones» (para soportar la volatilidad de estos activos) que forman comunidad al compartir una precariedad económica propia de su generación. Una precariedad que no les permite emanciparse, que los condenan a sueldos bajos, malas condiciones de trabajo y trabajos precarios con continuas rotaciones que les impiden crear un proyecto de vida, más aún cuando se ven esclavizados por unos alquileres abusivos y unas viviendas inasequibles.

el criptomundo: el hombre blanco, cis, y heterosexual, orgulloso de su dominio de conocimientos técnicos esotéricos sobre criptoactivos y de su supuesta independencia a la hora de ganar dinero basada en la asunción de riesgos en los mercados financieros. Estos valores son el pegamento de una camaradería masculina reforzada por una cultura de memes que no sólo construye identidad colectiva, sino que también afianza discursos misóginos y tradicionalistas. (Ibid., pág. 36)

Otros usos de las criptomonedas

Sin embargo, hay también otro uso diferente para las criptomonedas, como lo es la creación de comunidades ciudadanas de consumidores que las utilizan como herramienta de intercambio, dentro del grupo, donde se ofrecen mutuamente todo tipo de ayudas y servicios: pequeñas reparaciones, cuidados, compras en farmacias o supermercados, gestiones ante la administración o de cualquier otro tipo, trabajos en el hogar, cursos sobre tecnología, etc.

Ciertamente, la utopía digital que nos prometieron nunca llegó a ser esa aldea multicultural abierta al debate público. En su lugar, surgió un híbrido perverso entre fábrica y centro comercial, un espacio donde se difumina la línea entre trabajo y vida. (Ibid., pág. 34)

Dogcoin

Dogecoin fue creada en 2013 por los ingenieros Billy Markus y Jackson Palmer como una sátira de Bitcoin, casi una broma, hasta que Musk se fijó en ella. En diciembre de 2020 tuiteó “One word: Doge” y el valor de esta criptomoneda creció un 20%. En febrero de 2021 la describió como “la criptomoneda del pueblo”, y creció otro 40%. En diciembre de 2021 anunció que Tesla aceptaría Doge como método de pago, y el valor de la moneda creció otro 20%. Parece tan claro que hacía un uso interesado que, en junio de 2022, se presentó una demanda por 258.000 millones de dólares contra Musk acusándole de influir en el mercado de Dogecoin en beneficio propio.

genís roca, «la maldición de elon musk» – revista tintalibre, mayo 2025, pág. 12

«Brain rot» – un «cerebro podrido»

https://www.eldiario.es/era/brain-rot-videos-extranos-instagram-negocio_1_12239558.html

El ‘brain rot’ ya no es una broma: esos vídeos extraños que no puedes parar de mirar en Instagram son un negocio

ElDiario.es – Juanjo Villalba – 23 de abril de 2025

«Brain rot» – un «cerebro podrido» es tanto un tipo de vídeos en las redes sociales como un estado mental, elegido como palabra del año 2024 para la Oxford University Press.

[Estos vídeos virales] No tienen nada que ver con una parodia, resultan confusos y grotescos, pero están generando mucho dinero para sus creadores. Se trata de uno de los tipos de contenido que hoy en día consigue más reproducciones en Instagram, la red social de Meta, sin apenas límite ni moderación.

Hablamos del fenómeno “brain rot” —literalmente, “cerebro podrido”—, un término que se acuñó como una broma en diversos foros de Internet para describir fotos o vídeos que no tienen sentido, que rozan lo absurdo o que simplemente parecen creados por alguien con el cerebro frito.

Aunque puedan parecer el resultado de gente ociosa, de gamberros que saben utilizar la Inteligencia artificial para generar este tipo de vídeos absurdos, grotescos, de mal gusto, «gore», racistas,…, lo cierto es que hay toda una comunidad que ha encontrado un filón para hacer dinero a través de cursos, foros de dudas y de resolución de problemas para todos aquellos que quieran dedicarse a generar este tipo de material y enriquecerse con ello ante la absoluta permisividad de las empresas que priorizan sus beneficios a la moderación de los contenidos.

Para confeccionarlos se enseña a utilizan tres sistemas de IA: el primero es ChatGPT con el que se genera el «prompt», es decir, el conjunto de preguntas que le debemos hacer al sistema para generar aquello que queremos; el siguiente paso es utilizar esa secuencia en otra IA: Krea, que es la que genera las imágenes deseadas; el tercer paso consiste en animar dichas imágenes mediante una asombrosa IA china Klint «que permite animar rostros, cuerpos y escenarios con una fluidez inquietante».

Aparte de que este sistema ha probado sus buenos resultados, otra de sus ventajas es que al encadenar varios modelos de IA es más fácil esquivar los controles que tienen cada uno de ellos. ChatGPT nunca generará contenido sexual, pero puede contarnos cómo hacerlo en otro modelo y cómo animar esa imagen en otro modelo diferente.

[…] Por otro lado, al trocear su creación, los creadores han aprendido a explotar los límites de cada herramienta de IA generativa sin que ninguna de ellas asuma la culpa del resultado final.

El objetivo es siempre el mismo, que se vea el vídeo y se reenvíe con algún comentario del tipo: ¿has visto esto? ¿qué coño es esto?, etc. Da igual, lo importante es que circule y que se convierte en algo viral, ya sea por lo ordinario, sorprendente, ridículo, absurdo o miserable que sea: la bajeza vende porque llama la atención. Y todo ello funcionará mejor en Instagram que en TikTok porque la plataforma de Meta elimina todo tipo de moderación priorizando lo viral al ser lo que le proporciona negocio.

«Brain rot» es también un estado mental

Brain rot ya no define solo un tipo de contenido, sino también un estado mental colectivo que se refleja, por ejemplo, en la forma en que hablamos —con frases cada vez más cortas, caóticas o inconexas— y nuestra tolerancia creciente hacia lo absurdo, lo enfermo o lo molesto como parte del paisaje digital cotidiano.

[…]

Quizá no podamos saber todavía si el brain rot es una anomalía o un adelanto de lo que viene. Pero sí podemos intuir que estamos solo viendo el principio de una nueva forma de entender (y aprovechar) el caos algorítmico que quizá deberíamos vigilar.

O regulamos los algoritmos, o seremos víctimas de la codicia ilimitada de las empresas.


El espíritu de la Transición no era esto

Y no era esto, no, no era esto.

iñaki gabilondo – entrevistado en la revista de eldiario.es – marzo 2025, pág. 4

La ilusión que trajo la llegada de la democracia, de un estado en la línea del resto de países europeos, en el que fueran posibles una serie de derechos civiles y políticos tales como la libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de reunión, a formar partidos políticos o sindicatos, a votar,… y toda una serie de derechos económicos, sociales y culturales bajo la definición constitucional de España como un «estado social y democrático de derecho» se basó en algo fundamental: el consenso. La idea de que era necesario llegar a acuerdos y pactos entre partidos con ideologías radicalmente diferentes, pero capaces de tomar decisiones compartidas para hacer posible el cambio político.

Sin embargo, ahora

Los partidos […] saben que no va a haber acuerdos. […] la polarización absoluta y radical hace papilla a la democracia porque la convierte en ineficaz. (Ibid., pág. 7)

Y ya sabemos a qué da lugar esto: a sueños de retorno al autoritarismo.

La sociedad pedirá periodismo en defensa propia. (Ibid., pág. 4)

Aunque el derecho a la información sea un derecho reconocido, lo cierto es que el periodismo se ha devaluado por la crisis económica de los medios tradicionales que se han encontrado sin forma para financiarse. El recurso ha sido venderse a la financiación pública de los partidos gobernantes en las Comunidades Autónomas que cobran su apoyo. Algunos medios se han creado expresamente para servir de apoyo a ciertos partidos de derecha que son los que tienen músculo económico para esto. Otros han optado por los titulares maliciosos, escandalosos, incompletos o falsos simplemente para atraer clicks de los usuarios de Internet, lo que les reporta beneficios en publicidad segmentada dirigida expresamente por el algoritmo para esa persona que han entrado en ese medio.

Sólo unos pocos han optado por la creación de una base de usuarios dispuestos a pagar por una información cuidada conforme a los patrones de la ética periodística, pero son pocos y les resulta difícil sobrevivir pues, aunque antes era muy común ir al quiosco y comprar el periódico (pagar por información de calidad), ahora se aspira a que todo sea gratis y no se está dispuesto a pagar por ello.

No somos conscientes de hasta qué punto esto devalúa una democracia.

Periodismo, por favor; en defensa propia.


Blade Runner

– Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad?

Eso es lo que significa ser esclavo.

– Yo, he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión; he visto rayos C brillar, en la oscuridad, cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán, en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.

Es hora de morir.

– No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca. No sólo su vida, la vida de todos, mi vida.

Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: de dónde vengo, a dónde voy, cuánto tiempo me queda.

Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí, y verle morir.

Roy Cohn el maestro de Donald Trump

Roy Cohn (Roy Marcus Cohn) fue un abogado estadounidense cuya carrera fue conocida principalmente como brazo derecho del senador Joseph McCarthy durante el período de las audiencias realizadas en contra de los supuestos comunistas que se encontraban en el gobierno de los Estados Unidos, especialmente en las Audiencias del Ejército-McCarthy. Fue también una figura clave para la fiscalía en los juicios de Ethel y Julius Rosenberg.

wikipedia

Principales tesis de Roy Cohn en «The Apprentice», una película biográfica sobre Donald Trump

The Apprentice retrata la relación de mentoría entre Roy Cohn y un joven Donald Trump, mostrando cómo Cohn moldeó la personalidad y el modus operandi de Trump en el mundo de los negocios y, posteriormente, en la política. Las principales tesis y lecciones que Cohn transmite a Trump en la película son las siguientes:

1. Ataca, ataca, ataca

Cohn enseña a Trump que la mejor defensa es un ataque constante. Ante cualquier acusación o problema, la respuesta debe ser siempre ofensiva, nunca defensiva. Esta táctica implica no dar nunca un paso atrás ni mostrar debilidad frente a los adversarios1235.

2. No admitas nada, niega todo

Otra de las reglas fundamentales es nunca reconocer errores ni culpas. Cohn inculca en Trump la importancia de negar cualquier acusación, sin importar la evidencia en contra. La negación sistemática se convierte en una herramienta para evitar consecuencias legales o reputacionales1356.

3. Reclama la victoria, nunca aceptes la derrota

Cohn le enseña a Trump que, independientemente de la realidad, siempre debe proclamar que ha ganado. La percepción pública de éxito es más importante que la verdad de los hechos. Según esta lógica, admitir una derrota es inaceptable; la narrativa debe construirse siempre en torno al triunfo1356.

4. La verdad es un constructo, crea tu propio relato

La película subraya cómo Cohn introduce a Trump en la «posverdad»: la idea de que la verdad objetiva es irrelevante y lo importante es imponer la propia versión de los hechos. Trump aprende a manipular la información y a crear su propia narrativa, sin importar la veracidad356.

5. El fin justifica los medios

La ética y la integridad no tienen cabida en la filosofía de Cohn, quien le transmite a Trump que lo único que importa es ganar. Las reglas morales o legales pueden ser ignoradas si obstaculizan el éxito. Esta visión maquiavélica se convierte en la base de la estrategia de Trump en los negocios y la política156.

6. Juega con el hombre, no con la bola

Cohn aconseja a Trump que, en vez de centrarse en los hechos o argumentos, debe atacar personalmente a sus adversarios. El objetivo es desestabilizarlos y debilitarlos, usando incluso el chantaje o la intimidación si es necesario135.

7. El poder de la percepción y la publicidad

Cohn le muestra a Trump cómo aprovechar la atención mediática, sea positiva o negativa, para mantenerse en el centro del escenario. La notoriedad y la visibilidad son armas fundamentales para acumular poder16.

Tabla resumen de las tesis de Roy Cohn en «The Apprentice»

Tesis principalDescripción
Ataca, ataca, atacaResponde a todo con ofensiva, nunca te muestres débil.
No admitas nada, niega todoNo reconozcas errores ni culpas, niega siempre.
Reclama la victoria, nunca aceptes la derrotaProclama siempre el éxito, aunque la realidad diga lo contrario.
Crea tu propio relato (posverdad)Impón tu versión de los hechos, la verdad objetiva es secundaria.
El fin justifica los mediosIgnora la ética si es necesario para ganar.
Juega con el hombre, no con la bolaAtaca personalmente al adversario, usa el chantaje o la intimidación si es necesario.
Aprovecha la publicidadUsa la atención mediática, positiva o negativa, para mantenerte relevante y poderoso.

Estas tesis, presentadas en la película, explican cómo la influencia de Roy Cohn fue decisiva para forjar el estilo combativo, agresivo y transgresor de Donald Trump, tanto en los negocios como en la política estadounidense12356.

Citations:

  1. https://confilegal.com/20250321-opinion-the-apprentice-la-historia-entre-el-maquiavelico-abogado-roy-cohn-y-su-discipulo-donald-trump/
  2. https://www.bbc.com/mundo/articles/cn00z017pzro
  3. https://www.20minutos.es/cinemania/criticas/critica-the-apprentice-relato-que-roy-cohn-fue-creando-para-donald-trump-5640573/
  4. https://lagranilusion.cinesrenoir.com/publicacion/el-abogado-que-convirtio-a-trump-en-el-tipo-que-es-hoy/
  5. https://www.disidencia.mx/p/the-apprentice-algunas-claves-para
  6. https://www.fotogramas.es/peliculas-criticas/a60899351/critica-the-apprentice-pelicula-sebastian-stan-donald-trump/
  7. https://legrandcontinent.eu/es/2024/10/14/the-apprentice-filmar-una-forma-intermedia-de-trump/
  8. https://www.infobae.com/cultura/2024/07/11/la-pelicula-sobre-donald-trump-objeto-de-una-compleja-disputa-legal-politica-y-economica/
  9. https://elpais.com/opinion/2025-04-06/vida-de-contertulio.html
  10. https://www.lavanguardia.com/dinero/20250406/10529988/vuelto-loco-que-mejores-tecnicas-negociadoras-donald-trump.html

Respuesta de Perplexity: pplx.ai/share


El caso «Cambridge Analytica»

Facebook basó su negocio originalmente en la segmentación publicitaria, algo por lo que los anunciantes pagaban mucho más de lo habitual. Tan fina era esta segmentación poblacional que las campañas podían “acertar” con grupos de personas de características sumamente específicas, la mayoría de las veces sin que ellas fueran conscientes de que su privacidad estaba siendo violada. Es algo que supieron aprovechar empresas y organizaciones sin muchos escrúpulos para fines comerciales, ideológicos y políticos.
Uno de los escándalos más conocidos tuvo como protagonista a Cambridge Analytica, empresa de consultoría política especializada en procesos electorales. Como colaboradora de Facebook pudo acceder subrepticiamente a entre 30 y 87 millones de perfiles de la red social, un dato que varía según las fuentes. Su objetivo era investigar las audiencias y cambiar su comportamiento mediante psicología del comportamiento, entre otras técnicas. Algo potencialmente viable cuando se cuenta con suficientes datos sobre demografía, gustos, relaciones interpersonales, fotos, vídeos, chats… Para recabar los datos utilizaron un juego aparentemente inocente de tipo encuesta (quiz) que aprovechaba un agujero de seguridad y daba acceso a los datos de los “amigos de los amigos” de Facebook.
Los medios explicaron que con todo esto se planeó una estrategia para hacer posible la victoria de Donald Trump en 2016. Todo era cuestión de afinar los mensajes en condados clave para ganar estados decisivos. No está del todo claro si el resultado fue cuestión de pura suerte, pero sacó a la luz lo vulnerables que son los datos personales y cómo peligran cuando los centraliza una empresa.
Aunque las acusaciones recayeron sobre Cambridge Analytica, Facebook estaba implicada, pero no compareció ante las autoridades de Reino Unido. Sí tuvo que hacerlo, sin embargo, ante el Senado de los Estados Unidos, junto con otras grandes compañías. Las respuestas de un Zuckerberg CEO con icónico aspecto de robot de rostro inmutable consistieron en echar balones fuera y pagar la multa de 5.000 millones de dólares que les impusieron, no solo por esto sino por otras violaciones de privacidad.
Hay quien cree que esos mismos datos se usaron a partir de 2016 en la campaña pro-Brexit en el Reino Unido a petición del Partido de la Independencia del Reino Unido, pero puede que todo quedara en conversaciones y planes preliminares. Los expertos aseguran, de todos modos, que en aquel referéndum tuvieron un protagonismo considerable los bots que publicaban en Twitter, Facebook y otras redes sociales tanto desinformación como consignas a favor del Brexit que muy probablemente influyeron en el resultado.

ÁLVARO IBÁÑEZ, «Mark Zuckerberg De niño prodigio a tiburón
tecnológico bajo sospecha» – rEVISTA ELDIARIO.ES MARZO 2025 – PÁGS. 45-46

Capitalismo y democracia son incompatibles (Peter Thiel)

No hay contradicciones en la política de Thiel, es bastante consistente: se ha dado cuenta, a menudo más claramente que sus oponentes, de que existe una contradicción última entre las normas del capital y la democracia, y la forma de lidiar con esta contradicción es, según él, deshacerse de la democracia.

john granz, historiador y biógrafo crítico de peter thiel. Citado por delia rodríguez – revista de eldiario.es – marzo 2025, pág. 32

Peter Thiel es un milmillonario estadounidense, de origen alemán, fundador de PayPal y caracterizado por sus exitosas inversiones en negocios como Facebook (cuando estaba comenzando), Airbnb, Linkedin, Spotify, DeepMind y otras que le han reportado ingentes beneficios. Asimismo, es fundador de Palantir (nombre que toma de «El Señor de los anillos»).

Tras los atentados del 11S, Thiel supo entender que el mundo iba a obsesionarse con la seguridad y la vigilancia y en 2003 fundó Palantir, la mayor empresa del mundo de análisis de datos para distintos fines (desde detectar el fraude a perseguir el terrorismo) cuyo primer inversor fue la propia CIA. Aunque también trabaja para empresas privadas, sus principales clientes son los gobiernos, comenzando por el estadounidense.

ibid, pág. 30

En el año 2000 la empresa Paypal de Peter Thiel se fusionó con otra empresa similar: X de Elon Musk, y dio lugar a lo que se conoció como la «mafia Paypal»: un grupo de personajes con una importancia decisiva en Silicon Valley.

El desarrollo de PayPal hizo necesaria la incorporación de muy buenos ingenieros, y todos ellos se hicieron ricos con la venta de la compañía. Algo más de una docena de personas a las que todavía hoy se les conoce como la mafia de PayPal. Además de Elon Musk, uno de los más destacados es Peter Thiel […], que más tarde fue el primer inversor privado que apostó por Facebook y en la actualidad sigue teniendo una silla en ese consejo de administración, y que en 2004 fundó la temible y discreta Palantir, muy utilizada por los servicios de espionaje de varios países por su capacidad para procesar y analizar grandes volúmenes de datos de la población, por ejemplo provenientes de redes sociales. Es una empresa cotizada en bolsa, valorada en algo más de 220.000 millones de dólares, y que cuenta con la CIA entre sus principales accionistas. Famoso por su ideología liberal extrema, Thiel está convencido de que “democracia y libertad se han convertido en incompatibles”. Otros tres ingenieros de PayPal, Steve Chen, Chad Hurley y Jawed Karim, fundaron YouTube en 2005 y en apenas un año la vendieron a Google por 1.650 millones de dólares. Otro de ellos, Reid Hoffman, fundó Linkedin en 2002 y la vendió a Microsoft en 2016 por 26.200 millones de dólares. Actualmente los miembros de la mafia de PayPal son inversores o están presentes en los consejos de administración de empresas como Facebook, AirBnB, Change.org, Microsoft, Evernote, Yahoo! o Yelp. Están por todas partes. 

GENíS ROCA, «LA MALDICIÓN DE ELON MUSK» – rEVISTA TINTALIBRE, MAYO 2025, PÁG. 10

Peter Thiel es uno de los pocos -dentro de esa órbita- que apoyaron a Donald Trump en su primera campaña a la presidencia (cuando los pesos pesados republicanos no creían en su capacidad para ganar las elecciones) y ha sido, junto con Elon Musk, de los que le han impuesto a J. D. Vance como vicepresidente. De hecho, Thiel financió la primera campaña política de Vance, al que algunos consideran como el «tapado», es decir, como el verdadero sucesor de un Donald Trump demasiado viejo.

Pero volvamos al motivo de esta entrada. Capitalismo y democracia son incompatibles por cuanto se fundamentan en principios opuestos: mientras el capitalismo actual, como cualquier «capitalismo salvaje» de cualquier época, se basa en la «ley del máximo beneficio» y en individualismo más extremo; la democracia, en cambio, se fundamenta en la igualdad de derechos de todos los ciudadanos y en la búsqueda del bien común a través de la participación política de todos, un bien común que sitúa por encima de los intereses individuales.

Hasta ahora los principios democráticos, nacidos del liberalismo político y del concepto del Estado de derecho, habían servido de contención a los deseos ilimitados del capitalismo haciéndolo menos «salvaje». De hecho, el beneficio de las empresas se veía reducido por las leyes que obligaban a establecer salarios dignos, horarios de trabajo limitados, periodos de vacaciones retribuidos, normas de seguridad para evitar accidentes en el trabajo, criterios de calidad y medioambientales, de bienestar animal, antimonopolio y toda una serie de condiciones para la producción y comercialización de los productos. Todo ello en beneficio de los ciudadanos en cuanto trabajadores y consumidores. Asimismo, las empresas estaban obligadas a pagar impuestos para colaborar con el funcionamiento del Estado que pasaba de ser un estado policial, encargado de la protección de la propiedad privada y del orden público, a un «Estado social» preocupado por la calidad de vida de sus ciudadanos a los que apoyaba con programas de protección social, de educación, sanidad, acceso a la cultura, pago de pensiones, de protección en el caso de orfandad, viudez, enfermedad, paro, etc.

La extrema derecha, en cambio, aboga por la desaparición del Estado, por su debilitamiento para convertirlo, de nuevo, en protector exclusivamente del orden y la paz social y de la propiedad privada. Y en ese sentido aboga por la eliminación de todo tipo de regulación y de cualquier ley que impida a las empresas hacer lo que mejor les parezca para sus intereses, haciendo desaparecer a los sindicatos, el derecho a la huelga o la protesta, los convenios colectivos, la contratación indefinida o cualquier sistema que reduzca los beneficios de las empresas.

Y aquí entra el más torticero de los conceptos: la «libertad individual». Desde la extrema derecha se olvida el carácter social del ser humano (como si fuéramos capaces de sobrevivir aislados). El individuo se convierte en el valor único y fundamental y la libertad en su estandarte. Se les llena la boca de «libertad», de «libertario» olvidando el sentido de la vida en sociedad.

Y a eso añadámosle su obsesión autoritaria (antidemocrática) en la que defienden su superioridad como individuos frente a las masas que literalmente desprecian. Ellos son los poseedores de la verdad y son los que pueden, mediante órdenes ejecutivas sin control de otros poderes, llevar a cabo este cambio social que propugnan.

Muchos han abrazado esta propuesta por cuanto es la más cómoda: nada hay de lo que preocuparse cuando lo único que hay que hacer es no pensar y obedecer, es decir, la aspiración infantil de la felicidad burguesa de una vida absolutamente cómoda en la que todo te lo den hecho y no sea necesario ni pensar. Como decía Kant:

Si puedo pagar no me hace falta pensar: ya habrá otros que tomen a su cargo, en mi nombre, tan fastidiosa tarea.

inmanuel kant, ¿qué es la ilustración?

Pero éste no es el camino. El auténtico progreso de la humanidad nace cuando tomamos las riendas de nuestra propia vida, cuando usamos nuestra capacidad de pensar y al conocimiento como guía, y asumimos la petición de Kant que ahora se convierte en un grito desgarrado: ¡Atrévete a pensar!

O dicho con otras palabras: reconócete como parte de una sociedad, recupera tu ser social, y trabaja para la definición de lo que, entre todos, consideraremos como una aspiración que debe ser compartida: el bien común.