Mes: abril 2022

Contra la estupidez – La carga de la prueba

Necesitamos aprender a lidiar con la estupidez, sin caer en sus redes. Asistimos a una época marcada por hordas ingentes de «sabios dogmáticos» cuyo valor reside en estar en posesión de «información privilegiada» que los demás, dominados por datos científicos y medios serios no podemos conocer.

Antes, la ignorancia y la estupidez se mantenían al margen por pudor y se sentían señalados y ridículos cuando intentaban balbucear sus ideas. Pero ahora las tornas se han vuelto y este grupo se ha hecho cada vez más visible y más audaz porque, por fin, han recibido la «verdad revelada» (a la que el común de los mortales no accedemos porque estamos dominados por la ciencia y los medios «serios» -fuente de desinformación-); mientras, ellos, tocados por la divinidad, saben lo que realmente es y lo que sucede porque tienen acceso a lo oculto, a lo revelado por los que «verdaderamente saben», que les informan directamente a ellos (los privilegiados, los astutos, los que no se dejan engañar por el «stablishmen») a través de las redes sociales y del mensaje de la revelación: el «Guasap».

¿Qué se puede hacer contra esto? ¿Cómo contrarrestar ese descrédito hacia la ciencia, el conocimiento, la información o los datos de la realidad?

Quizá nos sirva recordar algo sobre un tipo de falacia: la falacia «ad ignorantiam». En ella, se intenta pasar como argumento lógico un razonamiento falso como el siguiente: una afirmación es verdadera si no se ha podido demostrar que es falsa. Este supuesto argumento (que no lo es) es el que han utilizado las religiones para afirmar la existencia de su dios sobre la base de que nadie ha demostrado que no existe. Sin embargo, este no es prueba de nada. De hecho, sirve igualmente al pastafarismo para demostrar la existencia de su «Monstruo Espagueti Volador» o a los amantes de lo oculto para «demostrar» la existencia de los selenitas o de los marcianos.

Pero es que la carga de la prueba a quien le corresponde es al que afirma, no al que escucha. Desde la estupidez es fácil afirmar algo, de manera rotunda, y no aportar ninguna prueba, salvo la convicción profunda (a modo de revelación) de saber la verdad y conocer de aquello de lo que se habla, descargando todo el esfuerzo probatorio en quien no esté de acuerdo. De este modo, el que escucha cae en la trampa de ser él el que lleve a cabo un enorme esfuerzo probatorio, ante el cual, el necio, sólo tiene que limitarse a ir diciendo que no está de acuerdo, sin más.

Nunca se ha de refutar una tontería con otra tontería, aunque en un primer momento pueda dejar enmudecido al interlocutor, porque es una victoria efímera. Dos bobadas que digan cosas incompatibles no se anulan mutuamente ni se restan, muy al contrario, se suman, y con ello sube el ya alarmante nivel de estupidez del mundo. Por eso conviene no aumentarlo aunque proporcione el momentáneo gozo de dejar callado a un tonto.

Ricardo moreno castillo, «Breve tratado sobre la estupidez humana«, pág. 28

«No se trata de contar lo que [uno] piensa sino decir por qué lo piensa. Toda opinión tiene que estar justificada. Ahora estamos acostumbrados a mensajes cortos, consignas o insultos, pero no a los argumentos. Es el chiste de ‘The New Yorker’ en el que se ve a un juez en lo alto del estrado y les está diciendo a los abogados: ‘Miren, para agilizar el proceso vamos a pasar de las pruebas e iremos directamente a la sentencia’.»

José Antonio Marina

[…] se equivocan quienes, para desacreditar a alguien, desentierran tonterías pasadas, sin pararse a pensar que a lo mejor ya han sido rectificadas, o simplemente sin caer en la cuenta de que ni el más sabio se levanta todos los días igualmente lúcido ni hay discurso, por inteligente que sea, sin una cierta dosis de lastre inútil. Y entonces reputan a la persona de «impostor intelectual», sin advertir tampoco que si buscamos los textos menos afortunados de cada intelectual, no encontraríamos uno solo, desde Aristóteles a Heidegger, que no fuera un impostor.

Ahora bien, si no hay hombres completamente inteligentes, sí los hay completamente tontos. Por inescrutables razones que están más allá de nuestra escasa capacidad de comprensión, el Sumo Hacedor puso límites a la inteligencia humana y ninguno a la estupidez, repartiendo además con mucha más generosidad la segunda que la primera.

Ricardo moreno castillo, «Breve tratado sobre la estupidez humana«, págs. 58-59

Sobre el trato con los tontos hay un dicho de Mark Twain, lúcido como todos los suyos: «Nunca discutas con un estúpido. Te hará descender a su nivel y ahí te gana por experiencia». Pero si te enzarzas sin querer en una discusión con un tonto y él te trata como si el tonto fueras tú ¿estás a tablas? ¿Cómo saber que el tonto es él y no tú? La honestidad intelectual de la que se habló antes obliga a plantearse la cuestión. Pero la misma pregunta lleva implícita la respuesta: el tonto nunca se la hace.

Ricardo moreno castillo, «Breve tratado sobre la estupidez humana«, pág. 108

«Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas».

bertrand russell

La «idiocracia», una nueva forma política

Hay quienes se preguntan si el número de idiotas es mayor ahora que en otras épocas de pasado. Y así lo parece, en efecto, pero es una percepción engañosa. En realidad, los idiotas han estado en aplastante mayoría desde que el mundo es mundo. Lo que sucede es que los estúpidos tienen ahora más medios y más tiempo libre para llevar a cabo las majaderías propias de su naturaleza. Sencillamente, que la estupidez está más subvencionada que nunca.

Ricardo moreno castillo, «Breve tratado sobre la estupidez humana«, pág. 70

El necio es incapaz de llenar su vida, pues carece de la capacidad para elaborar proyectos y llevarlos a cabo. Necesita, por tanto, de alguien que le proponga un «sentido» que él es incapaz de darse a sí mismo. De ahí que sea tan propenso a la «conspiranoia», pues además de otorgarle ese sentido le da a su vida un nivel de interés que no tenía: el de saber algo que los «sabios» (los que a él le desprecian) no conocen o perversamente le esconden. De aquí nace su «cruzada», la de salvar a todos aquellos que le rodean y a los que puede «liberar» trasladándoles el mensaje, la buena nueva, oculta hasta ahora, que se le ha revelado. Por fin son alguien. Por fin tienen poder y saben qué hacer: ponerse delante de una cámara, grabar su mensaje y esperar a que otros muchos -de su mismo nivel- lo vean y lo compartan («influencer»).

El necio no sabe en qué ocupar su tiempo y necesita de un objetivo elaborado por otros, preferiblemente inalcanzable, que le garantice no volver a su vida vacía y sin sentido. Además, al ser inalcanzable nunca merece ser contrastado con los hechos, algo que su falta de capacidad no le permite evaluar. !Anda, como las religiones!

«En épocas de crisis o crispación la gente prefiere obedecer a tener que tomar decisiones. En momentos de confusión se prefiere una autoridad fuerte».

José Antonio Marina

¡Dales uniformes, poder sobre los demás y armas… y la historia volverá a repetirse! Es el placer del muerto de hambre que se siente feliz al ser humillado mientras pueda hacer lo propio con quien esté por debajo.

Es lo que sucede cuando un «muerto de hambre» se siente poderoso ante otro, más, o tan muerto de hambre como él. Pensemos en aquellos que piden comida a domicilio y ven cómo su «orden» hace que un «rider» -sin comentarios-, en bicicleta, se la lleve a casa agotado y sudoroso y ahí aprovecha para humillarlo o se reírse de él. Se siente poderoso cuando le espeta: «Prohibido subir por el ascensor, es sólo para los vecinos; tú sube por la escalera o no te pago». Es el placer de hacer sufrir a los demás: nunca me levantaré contra quien me oprime; lo compensaré viendo que yo tengo a alguien por debajo de mí al que puedo humillar y sobre el que descargar mi frustración. Serviles con los fuertes, despiadados con los débiles.

Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis.

michel de montaigne

«La sociedad que cultiva el fascismo»

Rosa María Artal – 22 de abril de 2022

https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/sociedad-cultiva-fascismo_129_8934899.html

Ahí anda Europa, conteniendo la respiración por si Francia se convierte el domingo en una república neofascista (evitemos eufemismos como el de ultraderecha). La suerte está echada y nuestros vecinos del norte no van a atender recomendaciones. Unos votarán por convicción, algunos -se dirán- al mal menor, pero otra gran parte de la sociedad lo hará, lo hace, por la rabia o el show dejándose en casa todo razonamiento. […] que ya muchos no distinguen si eso tiene que ver con la democracia y si les importa la democracia.

Hoy es un día, otro día cualquiera, para reflexionar. Esta sociedad del primer cuarto del siglo XXI ha cambiado mucho. Se ha dejado adiestrar y comer el terreno como ninguna otra. Ha sido, sin duda, a través de la desinformación y la deseducación. Ofreciendo mundos felices tal cual el de Aldous Huxley. Con verdades distorsionadas y restando, en la indolencia, capacidades de respuesta. […]

Pero venimos de la pandemia y, antes, del crack del capitalismo en 2008 al que reaccionaron mejor que nunca descargando costes sobre los ciudadanos. Y seguía latente el peso de la miseria y la injusticia repartidas por el mundo, que cuenta aunque se quiera tapar. Y la codicia que nunca descansa.

La sociedad de consumidores tenía todo hasta estragarse pero nunca saciarse porque esa fiebre siempre pide más por definición. Y hasta el peso de quienes querían serlo. De quienes producen sin disfrutarlo. De los orillados incluso de lo mínimo. La sobreabundancia de unos lo tapa todo. Hemos probado ya ciertas carencias en el desabastecimiento. El de la pandemia y el de la explotación. Y hay descontento y disgusto. Emociones. […]. Son algunos trazos que nos han traído a un hoy donde millones de personas sienten y no reflexionan. Y son quienes terminan condicionando la marcha de la colectividad.

[…] Casi no se puede invertir el tiempo preciso en ver y asimilar. Las pantallas partidas mostrando a un tiempo varias situaciones. Los decorados hasta de los informativos con una presencia más poderosa del decorado que del presentador. El titular basta en lugar de todo el texto a menudo –ya sé que no para ustedes, que han llegado hasta aquí- y el tuit es la medida de las ideas. […]

El asunto se complica cuando, cuanta más inteligencia racional se pierde, más crece la artificial -tan de moda- […] Ya es posible cambiar y crear imágenes que parece reales sin serlo. Con tal exactitud y brillantez que pueden pasar por ciertas. Abre posibilidades infinitas de aplicaciones a la creación.  Pero, si muchas personas se comen los bulos como buñuelos de una fuente, estas imágenes en un mal uso pueden causar graves equivocaciones. […] Da vértigo.

[…] Una sociedad a la que las mentiras le entren por los ojos disfrazadas de verdad es por completo vulnerable. Pero ya ocurre, toscamente, en las falsedades burdas que cuelan en seres amaestrados en esa simplicidad, en emociones solas en las que predomina la rabia. […]

Ahí confluye la ignorancia, la rabia, la simplicidad, los bulos destructores malamente camuflados, trampas y delitos flagrantes, la manipulación informativa, la rendición de las víctimas, la insolidaridad de los beneficiados, la escala de valores en el vertedero, egoísmo, incapacidad, clasismo, ineptitud, necedad, todo lo que conduce a ser y votar fascismo. En España ya infecta varias comunidades y estamentos, a ver qué hacen los franceses. […] En fin, con usar la cabeza valdría.

El Totalitarismo (revisión s-XXI)

https://threadreaderapp.com/thread/1513793013478313985.html

  • El Presidente es un autócrata.
  • El Gobierno es ilegítimo.
  • La soberanía no reside en el pueblo sino en «la nación española», en la que se incluye a los muertos y los aún no nacidos).
  • Hay que acabar con los «chiringuitos». Es decir, es contrario a subvencionar a sindicatos y partidos políticos,… también a las organizaciones de la sociedad civil.
  • Ultranacionalista: defiende la existencia de una nación única que elevan al rango de un ser espiritual con razón propia, por encima de la voluntad de los propios ciudadanos. En España, proponen la eliminación de las Comunidades Autónomas y el respeto a una única lengua propia (oponiéndose al bilingüismo).
  • Niega la violencia de género.
  • Es xenófobo, nativista, islamófobo y anti inmigrantes.
  • Practica el revisionismo histórico.
  • Rechaza el multiculturalismo y las sociedades abiertas.
  • Es euroescéptico y contrario a la aplicación del Tratado de Schengen que defiende la libre circulación en el espacio europeo.
  • Alimenta teorías conspiranoicas: el «gran reemplazo»; las «élites globalistas» y la «extrema izquierda»; los «antivacunas»,…
  • Señala y censura a medios y periodistas.
  • Es contrario al matrimonio homosexual y al derecho al aborto. Pide derogar las leyes contra la discriminación LGTBI.
  • Es populista en lo económico (neoliberal unas veces, proteccionista otras) y defensor del Estado mínimo.
  • Propone reducir la progresividad fiscal que es la base del Estado social (del estado del bienestar) y de la reducción de la desigualdad.
  • Niega el cambio climático antropogénico.
  • Alimenta el discurso del odio e intoxica en las redes sociales.

Casi un tercio de los franceses que han votado en la primera vuelta de las presidenciales de abril de 2022 han dado su confianza a partidos de este signo. Es lo que nos espera, (si no le ponemos) si nadie le pone remedio.

Representa el voto del enfado, identitario, nacionalista excluyente, nativista y reaccionario.

La actitud dominante en la economía de un capitalismo -dominado, como siempre, por la codicia sin freno- y salvaje -sin límites ni controles en aras de una torticera y mal entendida libertad- fomenta este enfado (basado en la pobreza y en las enormes desigualdades que produce) y deja sin lugar a otras opciones tradicionalmente de la izquierda política. De hecho, su control de los medios le permite actuar de manera despiadada contra sus oponentes. Desde la base de una ausencia total de moralidad en la que sólo opera una ley: la del máximo beneficio.

https://www.eldiario.es/carnecruda/lo-llevamos-crudo/europa-descontento_132_8941897.html

La solución es… más democracia

https://www.eldiario.es/politica/federico-mayor-zaragoza-ucrania-no-falta-armas-palabras_128_8902838.html

La propuesta de Federico Mayor Zaragoza (director de la UNESCO durante 12 años, actualmente preside la Fundación Cultura de Paz) es:

  • Retomar el poder ciudadano: hacer resurgir la sociedad civil y convertirla en un interlocutor, al mismo nivel que los Estados. Porque los ciudadanos deben decir, fuerte y claro, que no quieren una forma de gobernar que desprecie todo lo que consideran fundamental, como lo es el respeto, la tolerancia, la dignidad de las personas o el respeto al planeta en el que vivimos. No podemos estar gobernados por una oligarquía de ricos (plutocracia) cuyos intereses (codicia) no concuerdan con los de los ciudadanos.
  • Una democracia real a nivel local, estatal e internacional. En la que las decisiones reflejen lo que considere la mayoría (esa «voluntad general» de la que hablaba J. J. ROUSSEAU).
  • El Multilateralismo. Dejando de lado instituciones como la OTAN o el G7 en las que EE.UU. impone su voluntad. Es necesario crear foros de participación igualitaria en los que sean escuchados los 196 países que conforman el planeta.
  • Recuperar una Asamblea General de la ONU con capacidad de decisión, en la que participen todos. Una Asamblea General, ampliada y formada por representantes de los 196 estados pero también de la Sociedad Civil. Una representación de la Sociedad Civil en la que todos puedan hablar y escuchar, abierta a la participación en plano de igualdad con los Estados. Se estaría planteando, así, una democracia, a nivel internacional, que recupere el sentido fundacional de la Carta de las Naciones Unidas y en la que se haga efectivo su afirmación de: «Nosotros los pueblos». Sin vetos, por mayorías, asumiendo el sentir compartido y con un voto ponderado.
  • Recuperar el sentido de Humanidad: de construcción colectiva de la que todos formamos parte, más allá de los intereses particulares de individuos, grupos o estados.

MÁS DEMOCRACIA, no menos.

Amazon, Google, Facebook,… el resurgir del capitalismo salvaje.

“La actividad económica que antes estaba distribuida entre centenares de empresas grandes y pequeñas por todo el territorio está cada vez más dominada por unas pocas grandes compañías que la absorben”

alec mCgillis – Estados Unidos de Amazon

https://www.eldiario.es/catalunya/alec-macgillis-amazon-destruyendo-clases-medias-eeuu_1_8900591.html

Los nuevos hábitos de consumo, y el dominio de las redes sociales, están dando lugar a cambios muy importantes que suponen un serio retroceso social:

  • Concentración del poder económico: Los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres. Las diferencias sociales se hacen cada vez más importantes y, con ello, se crea una sociedad cada vez menos estable.
  • Pérdida de condiciones laborales: los sueldos se reducen; las condiciones de trabajo en estas empresas son peores (en EE.UU. se niega el derecho a formar sindicatos y se convierte en noticia cuando en un centro de Amazon se consigue formar el primero). Más aún, el antiguo capataz o supervisor, ese que antes vociferaba y vigilaba para que nadie descansara más allá del mínimo tiempo posible y que como amo esclavista amenazaba y golpeaba a los trabajadores de la fábrica ahora ya no existe y es sustituido por «el algoritmo«, una entelequia que hace lo mismo: midiendo tiempos, productividad, descansos, cuanto tardas en reunir un pedido y hacer un paquete,… Es una forma más fina, menos llamativa de hacer lo mismo y contra la que el trabajador no parece poder hacer nada: «el algoritmo» ha decido pagarte menos o despedirte por falta de productividad o por lentitud o por no cumplir objetivos. Ya sabes: «no es nada personal».
  • Pobreza: «en 2018, el 10% de los empleados de la empresa [Amazon] en Ohio ganaban tan poco que necesitaban recibir cupones para alimentos«, necesitaban recurrir a las ayudas sociales. “Unas pocas ciudades y personas se lo están quedando todo a costa de la miseria del resto”.
  • Despoblación: la concentración de riqueza hace que ciudades, antes prósperas, vayan perdiendo industria y población. Son las ciudades ricas las que continúan concentrando más y más población y riqueza. De nuevo, un ejemplo, de desigualdad. «Amazon identifica estos lugares y propone instalar sus centros logísticos con la promesa de recuperar la grandeza perdida, consiguiendo grandes exenciones fiscales y beneficios urbanísticos de las autoridades para instalar negocios que apenas contribuyen a las arcas públicas«. Mientras, sitúa sus oficinas en las ciudades costeras de EE.UU.: «Amazon mide cuidadosamente dónde sitúa sus oficinas: en estas urbes construye los centros de trabajo para ingenieros y desarrolladores con salarios astronómicos. En las más deprimidas, en cambio, instala sus centros logísticos para beneficiarse de mercados laborales en horas bajas«. Estos nuevos empleados, ingenieros y desarrolladores, con altos niveles adquisitivos, son los que aumentan la población de las ciudades más ricas (haciéndolas aún más ricas), y son los que elevan los precios y expulsan a los habitantes que vivían ahí.
  • Desaparición de los medios de comunicación locales: «desaparecen los medios locales que fiscalizan a las autoridades porque cada vez hay menos negocios que se quieran anunciar en los periódicos«. Lo que supone una pérdida de calidad del estado de derecho que pierde un mecanismo de control esencial. ¿Quién va a denunciar los casos de corrupción locales, a pequeña escala, cuando «Cada vez hay menos vida en la calle, menos participación cívica, menos capital social«?
  • Descrédito de la prensa: En las ciudades deprimidas “Es que ni siquiera consumen medios”. “Se informan a través de Facebook y nos ven como un colectivo que los mira por encima del hombro”. De este modo se da más valor a lo que llega a través de las redes sociales que lo que ofrecen los medios, por muy riguroso que sea su trabajo. Más aún, sucede que Amazon compró el Washington Post: “Mis antiguos colegas señalan que hay mucho más dinero para hacer su trabajo y esto es bueno, pero creo que hay un conflicto de intereses demasiado evidente”. “Es cierto que el periódico ha publicado textos negativos sobre la empresa, pero la gran historia que debería escribirse es sobre cómo Amazon está tomando el control de Washington y no la veo por ningún lado”. A través de sus departamentos especializados en hacer «lobby» el poder político se ve controlado por nuevos actores: las grandes corporaciones a las que se une Amazon -como dueña de todo el comercio de Internet- y Google y Facebook en tanto dueñas de la publicidad en Internet y de las redes sociales (la nueva vía de información para muchos ciudadanos).
  • Descrédito a la política: los ciudadanos de esas ciudades deprimidas, en EE.UU. se encuentran, además, abandonados por la política oficial que sólo se preocupa de las grandes ciudades ricas. La aparición de Trump, como tercera vía, entre demócratas y republicanos, supuso para ellos una respuesta a su situación desesperada. ¡Menuda respuesta!.