“La actividad económica que antes estaba distribuida entre centenares de empresas grandes y pequeñas por todo el territorio está cada vez más dominada por unas pocas grandes compañías que la absorben”
alec mCgillis – Estados Unidos de Amazon
Los nuevos hábitos de consumo, y el dominio de las redes sociales, están dando lugar a cambios muy importantes que suponen un serio retroceso social:
- Concentración del poder económico: Los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres. Las diferencias sociales se hacen cada vez más importantes y, con ello, se crea una sociedad cada vez menos estable.
- Pérdida de condiciones laborales: los sueldos se reducen; las condiciones de trabajo en estas empresas son peores (en EE.UU. se niega el derecho a formar sindicatos y se convierte en noticia cuando en un centro de Amazon se consigue formar el primero). Más aún, el antiguo capataz o supervisor, ese que antes vociferaba y vigilaba para que nadie descansara más allá del mínimo tiempo posible y que como amo esclavista amenazaba y golpeaba a los trabajadores de la fábrica ahora ya no existe y es sustituido por «el algoritmo«, una entelequia que hace lo mismo: midiendo tiempos, productividad, descansos, cuanto tardas en reunir un pedido y hacer un paquete,… Es una forma más fina, menos llamativa de hacer lo mismo y contra la que el trabajador no parece poder hacer nada: «el algoritmo» ha decido pagarte menos o despedirte por falta de productividad o por lentitud o por no cumplir objetivos. Ya sabes: «no es nada personal».
- Pobreza: «en 2018, el 10% de los empleados de la empresa [Amazon] en Ohio ganaban tan poco que necesitaban recibir cupones para alimentos«, necesitaban recurrir a las ayudas sociales. “Unas pocas ciudades y personas se lo están quedando todo a costa de la miseria del resto”.
- Despoblación: la concentración de riqueza hace que ciudades, antes prósperas, vayan perdiendo industria y población. Son las ciudades ricas las que continúan concentrando más y más población y riqueza. De nuevo, un ejemplo, de desigualdad. «Amazon identifica estos lugares y propone instalar sus centros logísticos con la promesa de recuperar la grandeza perdida, consiguiendo grandes exenciones fiscales y beneficios urbanísticos de las autoridades para instalar negocios que apenas contribuyen a las arcas públicas«. Mientras, sitúa sus oficinas en las ciudades costeras de EE.UU.: «Amazon mide cuidadosamente dónde sitúa sus oficinas: en estas urbes construye los centros de trabajo para ingenieros y desarrolladores con salarios astronómicos. En las más deprimidas, en cambio, instala sus centros logísticos para beneficiarse de mercados laborales en horas bajas«. Estos nuevos empleados, ingenieros y desarrolladores, con altos niveles adquisitivos, son los que aumentan la población de las ciudades más ricas (haciéndolas aún más ricas), y son los que elevan los precios y expulsan a los habitantes que vivían ahí.
- Desaparición de los medios de comunicación locales: «desaparecen los medios locales que fiscalizan a las autoridades porque cada vez hay menos negocios que se quieran anunciar en los periódicos«. Lo que supone una pérdida de calidad del estado de derecho que pierde un mecanismo de control esencial. ¿Quién va a denunciar los casos de corrupción locales, a pequeña escala, cuando «Cada vez hay menos vida en la calle, menos participación cívica, menos capital social«?
- Descrédito de la prensa: En las ciudades deprimidas “Es que ni siquiera consumen medios”. “Se informan a través de Facebook y nos ven como un colectivo que los mira por encima del hombro”. De este modo se da más valor a lo que llega a través de las redes sociales que lo que ofrecen los medios, por muy riguroso que sea su trabajo. Más aún, sucede que Amazon compró el Washington Post: “Mis antiguos colegas señalan que hay mucho más dinero para hacer su trabajo y esto es bueno, pero creo que hay un conflicto de intereses demasiado evidente”. “Es cierto que el periódico ha publicado textos negativos sobre la empresa, pero la gran historia que debería escribirse es sobre cómo Amazon está tomando el control de Washington y no la veo por ningún lado”. A través de sus departamentos especializados en hacer «lobby» el poder político se ve controlado por nuevos actores: las grandes corporaciones a las que se une Amazon -como dueña de todo el comercio de Internet- y Google y Facebook en tanto dueñas de la publicidad en Internet y de las redes sociales (la nueva vía de información para muchos ciudadanos).
- Descrédito a la política: los ciudadanos de esas ciudades deprimidas, en EE.UU. se encuentran, además, abandonados por la política oficial que sólo se preocupa de las grandes ciudades ricas. La aparición de Trump, como tercera vía, entre demócratas y republicanos, supuso para ellos una respuesta a su situación desesperada. ¡Menuda respuesta!.
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