Rosa María Artal – 22 de abril de 2022

https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/sociedad-cultiva-fascismo_129_8934899.html

Ahí anda Europa, conteniendo la respiración por si Francia se convierte el domingo en una república neofascista (evitemos eufemismos como el de ultraderecha). La suerte está echada y nuestros vecinos del norte no van a atender recomendaciones. Unos votarán por convicción, algunos -se dirán- al mal menor, pero otra gran parte de la sociedad lo hará, lo hace, por la rabia o el show dejándose en casa todo razonamiento. […] que ya muchos no distinguen si eso tiene que ver con la democracia y si les importa la democracia.

Hoy es un día, otro día cualquiera, para reflexionar. Esta sociedad del primer cuarto del siglo XXI ha cambiado mucho. Se ha dejado adiestrar y comer el terreno como ninguna otra. Ha sido, sin duda, a través de la desinformación y la deseducación. Ofreciendo mundos felices tal cual el de Aldous Huxley. Con verdades distorsionadas y restando, en la indolencia, capacidades de respuesta. […]

Pero venimos de la pandemia y, antes, del crack del capitalismo en 2008 al que reaccionaron mejor que nunca descargando costes sobre los ciudadanos. Y seguía latente el peso de la miseria y la injusticia repartidas por el mundo, que cuenta aunque se quiera tapar. Y la codicia que nunca descansa.

La sociedad de consumidores tenía todo hasta estragarse pero nunca saciarse porque esa fiebre siempre pide más por definición. Y hasta el peso de quienes querían serlo. De quienes producen sin disfrutarlo. De los orillados incluso de lo mínimo. La sobreabundancia de unos lo tapa todo. Hemos probado ya ciertas carencias en el desabastecimiento. El de la pandemia y el de la explotación. Y hay descontento y disgusto. Emociones. […]. Son algunos trazos que nos han traído a un hoy donde millones de personas sienten y no reflexionan. Y son quienes terminan condicionando la marcha de la colectividad.

[…] Casi no se puede invertir el tiempo preciso en ver y asimilar. Las pantallas partidas mostrando a un tiempo varias situaciones. Los decorados hasta de los informativos con una presencia más poderosa del decorado que del presentador. El titular basta en lugar de todo el texto a menudo –ya sé que no para ustedes, que han llegado hasta aquí- y el tuit es la medida de las ideas. […]

El asunto se complica cuando, cuanta más inteligencia racional se pierde, más crece la artificial -tan de moda- […] Ya es posible cambiar y crear imágenes que parece reales sin serlo. Con tal exactitud y brillantez que pueden pasar por ciertas. Abre posibilidades infinitas de aplicaciones a la creación.  Pero, si muchas personas se comen los bulos como buñuelos de una fuente, estas imágenes en un mal uso pueden causar graves equivocaciones. […] Da vértigo.

[…] Una sociedad a la que las mentiras le entren por los ojos disfrazadas de verdad es por completo vulnerable. Pero ya ocurre, toscamente, en las falsedades burdas que cuelan en seres amaestrados en esa simplicidad, en emociones solas en las que predomina la rabia. […]

Ahí confluye la ignorancia, la rabia, la simplicidad, los bulos destructores malamente camuflados, trampas y delitos flagrantes, la manipulación informativa, la rendición de las víctimas, la insolidaridad de los beneficiados, la escala de valores en el vertedero, egoísmo, incapacidad, clasismo, ineptitud, necedad, todo lo que conduce a ser y votar fascismo. En España ya infecta varias comunidades y estamentos, a ver qué hacen los franceses. […] En fin, con usar la cabeza valdría.