“El autoritarismo atrae a las personas incapaces de concentrarse” […]
“No creo que sea casual que esta crisis de atención sea coetánea a la peor crisis de la democracia desde la década de 1930. Las personas que no son capaces de concentrarse son más proclives a sentirse atraídas por soluciones autoritarias, simplistas. Y es menos probable que se percaten de que no funcionan”. En el auge de la extrema derecha. “No es la única causa, pero sí un factor muy importante”.
“Facebook, TikTok, Instagram y Twitter ganan dinero de dos maneras: la publicidad y el tiempo que nos mantenemos haciendo scroll. Todo lo que hacemos en ellas es analizado por una inteligencia artificial que busca descubrir cómo somos. Tienen toneladas de información que utilizan para averiguar qué va a hacer que duremos más dentro de las aplicaciones”, […] “se ha descubierto que las personas prestan más atención a publicaciones que les enfadan o entristecen, en vez de a las que les hacen sentir bien. Forma parte de la naturaleza humana, pero al combinarlo con algoritmos que buscan enganchar más tiempo, el resultado es terrible”.
“Seguimos dietas que producen constantes picos y desplomes de energía”, “contienen de manera activa elementos químicos que parecen actuar en nuestros cerebros casi como drogas”. “La comida ha experimentado una profunda degeneración. A mediados del siglo XX se pasó rápidamente de la fresca a la precocinada y procesada”, la “exposición a la contaminación y a los productos químicos industriales”, “perjudican seriamente a la capacidad de concentración”.
«El aumento de los diagnósticos del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que en Estados Unidos subieron un 43% entre 2003 y 2011 en la población infantil (provocan que). En la actualidad, el 13% de los adolescentes del país cuentan con la misma valoración y, como consecuencia, “se les administran medicamentos que son potentes estimulantes”. “Sabemos que esta tendencia ha coincidido con otros grandes cambios en el modo de vida infantil. Ahora se les deja correr mucho menos. Se alimentan con una dieta muy distinta”,
Johann Hari, «El valor de la atención. Por qué nos la robaron y cómo recuperarla»
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