Autor: ED

Montaigne sobre la máxima «conócete a ti mismo»

por Juan Pablo Anaya, a través de Montaigne sobre la máxima «conócete a ti mismo»

“Preferiría entenderme bien a mí mismo que entender a Cicerón. Harto tendría con mi propia experiencia para hacerme sabio, si fuera buen estudiante. Quien conserva en su memoria los excesos de su pasada cólera y hasta dónde le llevó esa fiebre ve la fealdad de esta pasión mejor que leyendo a Aristóteles, y alimenta odio más justo contra ella. Quien recuerda los males que ha sufrido, aquellos que lo han amenazado, las livianas circunstancias que le han hecho pasar de un estado a otro, preparase así a las mutaciones futuras y a la asunción de su condición. No es la vida de César más ejemplar que la nuestra, para nosotros; y por emperadora o popular que sea, siempre será una vida expuesta a todos los acontecimientos humanos… ¿Quien se acuerde de tantas y tantas veces como ha errado su propio juicio no es un necio si no desconfía de él para siempre? Cuando la razón ajena me convence de la falsedad de una idea, no aprendo tanto lo nuevo que me ha dicho, ni esa ignorancia particular (poco fruto sería), como aprendo en general mi debilidad y la traición de mi entendimiento; por lo cual llego a dominar todo el conjunto. Con todos mis demás errores hago lo mismo; y siento que es esta regla muy útil para la vida… El aprender que se ha dicho o hecho una necedad, no es nada; es menester aprender que se es un necio, enseñanza harto más amplia e importante… Si cada cual espiase de cerca los efectos y las circunstancias de las pasiones que lo dominan, como he hecho yo con aquella a la que he tocado en suerte, veríalas venir y aminoraría algo su impetuosidad y su carrera. No siempre se nos echan encima de repente; hay amenazas y grados. ‘Así al primer soplido el mar empieza a blanquearse, poco a poco las olas se agrandan y más alto se levantan, y del fondo del abismo suben hasta las nubes’ (Virgilio, Eneida). Ocupa el juicio en mí lugar magistral, o al menos esfuérzase por ello laboriosamente; deja que mis apetitos vayan a su aire, y el odio y el amor, incluso el que me profeso a mí mismo, sin alterarse ni corromperse. Si no puede reformar a su modo mis otros aspectos, al menos tampoco se deja reformar por ellos: hace juego aparte.

La advertencia de que cada cual se conozca ha de ser de gran trascendencia, puesto que aquel dios de ciencia y de clarividencia lo hizo poner en el frontal de su templo, como si comprendiera todo cuanto había de aconsejarnos. Dice también Platón que la prudencia no es sino el cumplimiento de esta ordenanza, y Sócrates lo demuestra detalladamente a través de Jenofonte. No se perciben las dificultades y la oscuridad de cada ciencia si no se adentra uno en ella. Pues también es menester cierto grado de inteligencia para poder percatarse de que se ignora, y es menester empujar una puerta para saber que nos está cerrada. De donde nace esta sutileza platónica de que ni aquellos que saben han de preguntarse, puesto que saben, ni aquellos que no saben, puesto que para preguntarse es menester saber sobre lo que uno se pregunta. Y así, en esta de conocerse a sí mismo, el que cada cual este tan resuelto y satisfecho, el que cada cual crea estar lo bastante enterado, significa que nadie entiende nada de nada, como enseña Sócrates a Eutidemo según Jenofonte. Yo, que no pretendo otra cosa, hallo profundidad y variación tan infinita, que mi aprendizaje no tiene más fruto que el de mostrarme cuánto me resta por aprender. A mi tan a menudo reconocida debilidad debo la inclinación que tengo a la modestia, a la obediencia de las creencias que me han sido ordenadas, a una constante frialdad y moderación de ideas, y el odio por esa arrogancia importuna y discutidora que se cree y se fía por entero de sí misma, enemiga capital de la disciplina y de la verdad. Oídles perorar: al proferir las primeras necedades hácenlo al estilo con el que se establecen religiones y leyes. ‘Nada más indigno que dar paso a la aserción y a la decisión antes de la percepción y del conocimiento’ (Cicerón, Académicas)… Son la afirmación y la obstinación signos manifiestos de necedad. […] ¿Cree acaso este testarudo rebelde hacerse con nueva inteligencia por empezar una nueva discusión? Declaro por mi propia experiencia la ignorancia humana, lo cual es, a mi parecer, el partido más seguro de la escuela del mundo.”

Michel de Montaigne, “De la experiencia” en Ensayos (trad. Almudena Montojo, Madrid: Cátedra, 2006), págs. 333-336.

https://bordarretazos.net/2018/06/03/montaigne-sobre-la-maxima-conocete-a-ti-mismo-2/

Del insulto y la amenaza. Reforcemos la cultura política o nos enfrentaremos a una degradación harto peligrosa

Hordas antidemocráticas conforman minorías ruidosas y violentas que degradan la cultura política ciudadana.

Esta semana ha presentado su dimisión la Primera Ministra más joven en llegar a este cargo. Aunque las razones que ha expuesto para explicar su decisión tienen que ver con su falta de fuerzas para continuar con la tarea de Primera Ministra de Nueva Zelanda, a nadie se le escapa que ha estado sometida a un acoso y a unos niveles de amenazas que no eran conocidos en aquel país.

Uno de los puntos de fricción más importantes tuvo lugar con la estrategia de vacunación en la epidemia de Covid-19 (que gestionaron de manera muy eficiente). Los grupos antivacunas llegaron a acampar ante el Parlamento y, tras los graves incidentes que se produjeron con su desalojo, comenzaron a proferir amenazas de muerte contra ella. El Parlamento neozelandés, hasta ese momento un lugar abierto, tuvo que cerrarse y adoptar medidas de seguridad más férreas ante el peligro de nuevos incidentes.

Lo mismo sucedió con los defensores de las armas. Tras el atentado de Christchurch, en la que un supremacista blanco de 28 años atacó dos mezquitas -y colocó dos bombas caseras que no explotaron- provocando una masacre, la reacción del gobierno fue intensificar los controles sobre la posesión de armas, algo que los partidarios de las armas no estaban dispuestos a aceptar.

La persecución fue constante. Se sucedieron amenazas e insultos contra ella y contra su familia; tuvo que soportar el menosprecio de ataques constantes contra su persona. Con el tiempo, los ataques fueron más violentos y desagradables: varios hombres han sido detenidos, algunos por amenazar con asesinarla; uno por tratar de sabotear la red eléctrica del país. El caso es que sus apariciones públicas se hicieron cada vez más preocupantes por la presencia de pequeños grupos de manifestantes, a veces agresivos. En un par de casos tuvo que soportar la persecución de su furgoneta llegando, incluso, a sacarla de la carretera entre gritos obscenos y de «nazi».

Algunos diputados dicen que la primera ministra ha sido “expulsada de su cargo” y piden que Nueva Zelanda se replantee su cultura política. […]

Helen Clark, la primera mujer en convertirse en primera ministra de Nueva Zelanda, sostiene que los ataques a los que se ha enfrentado Ardern durante su mandato “no tienen precedentes”. “Las presiones sobre los primeros ministros son siempre grandes, pero en esta era de redes sociales, de clickbait y de ciclos de noticias de 24 horas los siete días de la semana, Jacinda se ha enfrentado a un nivel de odio y virulencia que, en mi experiencia, no tiene precedentes en nuestro país”.

https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/jacinda-arden-adios-marcado-ataques-amenazas-durante-mandato_1_9882798.html

El papel de la atención – los problemas de una sociedad sin capacidad de atención

“El autoritarismo atrae a las personas incapaces de concentrarse” […]

“No creo que sea casual que esta crisis de atención sea coetánea a la peor crisis de la democracia desde la década de 1930. Las personas que no son capaces de concentrarse son más proclives a sentirse atraídas por soluciones autoritarias, simplistas. Y es menos probable que se percaten de que no funcionan”. En el auge de la extrema derecha. “No es la única causa, pero sí un factor muy importante”.

“Facebook, TikTok, Instagram y Twitter ganan dinero de dos maneras: la publicidad y el tiempo que nos mantenemos haciendo scroll. Todo lo que hacemos en ellas es analizado por una inteligencia artificial que busca descubrir cómo somos. Tienen toneladas de información que utilizan para averiguar qué va a hacer que duremos más dentro de las aplicaciones”, […] “se ha descubierto que las personas prestan más atención a publicaciones que les enfadan o entristecen, en vez de a las que les hacen sentir bien. Forma parte de la naturaleza humana, pero al combinarlo con algoritmos que buscan enganchar más tiempo, el resultado es terrible”.

“Seguimos dietas que producen constantes picos y desplomes de energía”, “contienen de manera activa elementos químicos que parecen actuar en nuestros cerebros casi como drogas”. “La comida ha experimentado una profunda degeneración. A mediados del siglo XX se pasó rápidamente de la fresca a la precocinada y procesada”, la “exposición a la contaminación y a los productos químicos industriales”, “perjudican seriamente a la capacidad de concentración”.

«El aumento de los diagnósticos del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que en Estados Unidos subieron un 43% entre 2003 y 2011 en la población infantil (provocan que). En la actualidad, el 13% de los adolescentes del país cuentan con la misma valoración y, como consecuencia, “se les administran medicamentos que son potentes estimulantes”. “Sabemos que esta tendencia ha coincidido con otros grandes cambios en el modo de vida infantil. Ahora se les deja correr mucho menos. Se alimentan con una dieta muy distinta”,

Johann Hari, «El valor de la atención. Por qué nos la robaron y cómo recuperarla»

https://www.eldiario.es/cultura/libros/relacion-crisis-atencion-fascismo-autoritarismo-atrae-personas-incapaces-concentrarse_1_9857641.html

Una sociedad que se llama «soledad»

Se vive como se sueña,… solo.

«maravillas»

Vivimos en una sociedad con los medios para comunicarnos más potentes de la historia que nos permiten interactuar con cualquier persona en cualquier parte del mundo, y con los niveles de soledad más altos jamás conocidos.

soledad

En España, el suicidio es la causa externa más frecuente de muerte por encima de los accidentes de tráfico y la segunda entre jóvenes de 15 a 29 años. Por otra parte, desde que empezaron las restricciones por la pandemia, el porcentaje de españoles que dicen sentirse solos ha pasado del 11,6% al 18,8%, según el estudio ‘Soledad en la UE’ del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.

patricia gea – «Los ministerios de la soledad ya no pertenecen
a las distopías» – revista, eldiario.es, pág. 30

La soledad «no deseada» provoca problema mentales y físicos: acelera el deterioro cognitivo en ancianos, favorece la depresión (afección que aparece en un alto índice de suicidios), se asocia a problemas cardíacos y de tensión arterial, etc.

Los grandes grupos de la soledad «no deseada» son:

  • Adolescentes y jóvenes: ya que se sienten excluidos de la sociedad en la que viven. Los síntomas son las autolesiones y el suicidio que se ha convertido en una causa importante de fallecimientos.
  • Los 30 años: a esta edad aumenta el número de personas que viven aisladas en su habitación reduciendo su contacto con el exterior al uso de Internet: por él hablan, se relacionan, compran todo lo necesario para la subsistencia (incluida la comida).
  • Mayores de 65 años: es el grupo más afectado por la soledad.
  • Las personas cuidadoras de ancianos o personas dependientes (enfermos o discapacitados) que ocupan toda su vida en ellos. Son familiares que se dedican a su cuidado sin mecanismos de cuidado y descanso para ellos mismos.
  • Los migrantes: que llegaron hace años y carecen de redes de apoyo familiares o de comunidad. Lo mismo sucede con los hijos de estos que ya no se sienten ni ciudadanos del país de origen ni del de destino. Es el conocido como: «desarraigo del migrante».

Algunos países como Japón o Gran Bretaña han considerado este un problema de salud de tal importancia que han creado organismos oficiales para estudiar su incidencia, y para proponer acciones de gobierno adecuadas con las que tratar este problema social de primera magnitud que han detectado en sus países. Así lo explica Patricia Gea:

En Reino Unido, el Gobierno de la ex primera ministra Theresa May creó en 2018 la primera Secretaría de Estado de la Soledad. “Para demasiada gente, la soledad es la triste realidad de la vida moderna”, afirmaba May al anunciarlo. Reino Unido había recibido la alerta desde la OMS por ser el país europeo en el que el mayor número de personas –en torno a 200.000– aseguraban sentirse solas. Unos años después, en mitad de la pandemia, en febrero de 2021, llegaba desde Japón la noticia de la creación de un distópico Ministerio de la Soledad; se había revelado el registro de suicidios en el país nipón en 2020, que había alcanzado los 21.919 casos y había supuesto el primer ascenso en 11 años. Además, el 14% de las personas fallecidas que vivían solas fueron halladas entre uno y tres meses después del deceso. Las autoridades japonesas creían que la elevada tasa de suicidios solo podía descender si se combatía la soledad, y desde ese punto partía su estrategia.

patricia gea – «Los ministerios de la soledad ya no pertenecen
a las distopías» – revista, eldiario.es, pág. 31

Estamos en una sociedad tremendamente individualista en la que se ha perdido el sentido de comunidad y las redes sociales de comunicación y de apoyo. Las ciudades se han construido como colmenas gigantescas, sin espacios comunes y sin contacto comunitario: desaparecen las plazas, los lugares tranquilos y silenciosos para caminar, sentarse y conversar, los espacios públicos y los lugares en los que los niños/as puedan salir a la calle sin peligro; sin embargo, se crean espacios desnaturalizados sin vegetación; ciudades sin espacios amables, sin lugares para el encuentro entre vecinos.

Por lo tanto, la respuesta debe ser mucho más amplia que la dispensación de fármacos, de los que ahora se abusa. Debe ser una respuesta imaginativa, en la intervenga urbanismo, arquitectura, programas de intercambio intergeneracional y de ocio, sistemas de acompañamiento, seguimiento y de supervisión, acción ciudadana e institucional, etc. Un ejemplo de estas propuestas imaginativas es la creación de comunidades con elementos y servicios compartidos:

Nemesio Rasillo Oliver preside la cooperativa Brisa del Cantábrico, el proyecto de ‘co-housing’ senior más grande de España, ubicado en Meruelo (Cantabria). En él van a vivir 400 personas de entre 50 y 90 años, en 200 viviendas de planta baja, de una o dos habitaciones, con 3.500 m2 de espacios comunes, residencias con servicios de apoyo para los miembros dependientes, edificio para invitados y campamentos con nietos en verano. Una miniciudad hecha a su medida. “Queremos que sea un espacio para toda la vida –dice Nemesio–, en el que los costes se asuman en grupo y donde las personas mayores podamos vivir a gusto sin sentirnos abandonadas. Porque nuestra vida no se acaba después de la jubilación”.

patricia gea – «Los ministerios de la soledad ya no pertenecen
a las distopías» – revista, eldiario.es, pág. 33

Dilema moral sobre un caso de eutanasia

La justicia ha debido pronunciarse ante un caso de solicitud de eutanasia verdaderamente singular. Es el caso de un preso con delitos de sangre, aún sin juzgar, que quedó tetraplégico durante la comisión del delito pendiente de juicio.

Es el caso de un trabajador de una empresa de seguridad que un día volvió a su lugar de trabajo armado y comenzó a disparar contra sus compañeros y contra los mossos que intentaron detenerlo. El resultado fue devastador: varias víctimas, algunas mortales, y otras, gravemente heridas como el propio agresor que quedó postrado en una cama de por vida.

Ante la proximidad del juicio, el agresor solicitó la aplicación de la ley de eutanasia por encontrarse en una situación de sufrimiento irrecuperable. La Comisión encargada de estos casos, examinó su situación y concluyó que su caso se encontraba recogido dentro de los supuestos de la Ley de Eutanasia, y que, por lo tanto, tenía derecho a la muerte asistida.

Las víctimas, en cambio, recurrieron esta decisión ante la justicia por cuanto este hecho suponía un quebranto de su derecho a justicia y reparación.

Los tribunales han considerado que el derecho a la vida, de la que el acusado quiere deshacerse conforme a lo que establece la ley, es de mayor valor que el de las víctimas a ver condenado al agresor.

La decisión adoptada era relevante por cuanto aprobar la muerte asistida suponía que el agresor iba a morir sin que constase ningún delito cometido por él.

  • En consecuencia, su familia podrá adjudicar su herencia sin cargas. Algo que no podrían haber hecho de haber sido juzgado y condenado a indemnizar a sus víctimas.
  • Que las víctimas (y los familiares de los fallecidos) van a tener que recurrir a la vía judicial correspondiente para reclamar una indemnización a la Generalitat de Catalunya en calidad de «responsable civil subsidiaria» ;
  • En consecuencia, van a ser los ciudadanos -con sus impuestos- los que paguen las indemnizaciones que le corresponderían a quien cometió el delito.

Hoy, martes 23 de agosto, se cumplirá el deseo del reo, aunque no como sus abogados han solicitado: mediante la concesión del tercer grado, para que pudiera despedirse de sus familiares. La juez ha decidido que haga uso del régimen de visitas al que tiene derecho en la cárcel sin habilitar un cambio de ubicación.

Recuperemos el «Derecho Internacional»

Estados Unidos se siente amenazado. Demasiados países ya no respetan el «mando único estadounidense», y los halcones de su administración no están dispuestos a aceptarlo. Para ellos nada ha cambiado. De hecho, creen que la inestabilidad internacional actual es un buen momento para recuperar su papel hegemónico en el mundo (ese que creen que les corresponde por naturaleza). Olvidan que el mundo ya no es el que conocían y que el multilateralismo ha llegado para quedarse.

Los países del Sur han abandonado su papel de comparsa y han decidido no alinearse: no aceptando, por ejemplo, las sanciones a Rusia. Esta guerra no va con ellos. Sus intereses son otros, como, por ejemplo, esa China que les construye puertos, aeropuertos, puentes e infraestructuras a cambio de sus materias primas, principalmente tierras raras. China no es la Europa o los Estados Unidos del viejo colonialismo que se apoderaban igualmente de sus riquezas, pero sin contrapartidas y tomando, además, el control sobre sus gobiernos, con lo que ello supone.

Lástima que la Unión Europea no haya hecho lo mismo adoptando un mando propio lejos de esa supeditación al «mando único». Si lo hubiera hecho, ahora no tendríamos una guerra de una crueldad extrema (como lo son todas) a las puertas.

Ese es el problema: estamos gobernados por un grupo de individuos en la sombra sobradamente codiciosos; unos bravucones cuya inteligencia limitada no les permite nada más que recurrir a la «solución más fácil»: el empleo de la violencia (la más primitiva de las soluciones). Quizá esta actitud se entienda mejor porque la respuesta militar es, además de simple, la más rentable económicamente para EE.UU. -recordemos que la industria militar es uno de los principales motores de su economía y que una recesión necesita de la reactivación económica que ofrece un mundo empeñado en gastar más, cada vez más, en armas y en sistemas de defensa-.

Se supone que en una sociedad desarrollada, en un Estado ilustrado, las soluciones se buscarían a través del diálogo, de la diplomacia y del acuerdo. Pero eso requeriría de inteligencia, tesón, tiempo y esfuerzo; y no es precisamente lo que se busca. Se vende la idea del enemigo cruel y misterioso al que hay que aniquilar rápido con una fulgurante victoria militar que, obviamente, es mucho más digerible para el gran público, amante del espectáculo, y muy rentable para la gran industria militar.

Sin embargo, el Estado moderno, de base democrática, se fundamenta en la tolerancia y en el respeto mutuo, como garante de la convivencia pacífica. Para concretase, el Estado se dota de un conjunto de leyes, que nos damos entre todos, y que conforman el Estado de derecho. Del mismo modo, las relaciones entre los diferentes estados deben fundamentarse en ese mismo principio en el que la convivencia se hace posible por la existencia de unas reglas comunes (dadas, de nuevo, entre todos y respetadas por todos) que constituyen los principios del «Derecho Internacional».

Sólo la ineptitud de presidentes de los EE.UU. (como G. W. Bush), asesorado por halcones que consideraban el mundo de su propiedad, ha propiciado vulneraciones flagrantes de ese Derecho Internacional que ahora otros muchos no consideran, lamentablemente, como algo digno de respeto ni de consideración.

Debilitar el valor del Derecho Internacional, despreciar el fundamento legal de los estados y de la limpieza de unas elecciones, dudar de la legitimidad de un gobierno elegido democráticamente y del papel de los ciudadanos en la toma de decisiones, supone abocarnos inevitablemente al autoritarismo.


Escalada de las tensiones a nivel internacional:

  • EE.UU. ——— Rusia – La guerra de Ucrania
  • EE.UU. ——— Irán – Israel se alía con Arabia Saudita y con los Estados del Golfo para «defenderse» de Irán. Sigue sin firmarse el acuerdo sobre el uso de energía nuclear en el que se basa el bloqueo a Irán y las sanciones que soporta. Irán se acerca a Rusia.
  • Turquía: en una crisis económica y política muy severa pierde su laicidad para acercarse al Islam utilizando su fuerza social y política. Asimismo, mantiene su deseo de invadir el norte de Siria (controlado por los Kurdos). A la vez, se convierte en un socio comercial de Rusia para evitar las sanciones comerciales estadounidenses y europeas. Actúa como mediador en el conflicto Rusia – OTAN garantizando la exportación del grano ucraniano.
  • Corea del Norte: continúa con sus ensayos de armas para intentar lograr misiles nucleares con los que amenazar a todo aquel que considere su enemigo. Y se beneficia del negocio que le supone la venta de misiles a Rusia, desgastada por la guerra de Ucrania y falta de una industria capaz de producir la cantidad de misiles que está utilizando en ella.
  • Libia, Siria, Afganistán, Irak, Yemen,…
  • África: ¿qué es?
  • ¿Y el Sur?

No a la guerra. «Tratar de solucionar los problemas sin atender a sus causas es de necios».

El último recurso de los que no querían ir al frente era la prisión militar.

Yo conocí a un profesor que como no quería ir a disparar en artillería siendo como era matemático, le robó el reloj a un teniente para ir a la prisión militar. Lo hizo con toda premeditación. La guerra no le impresionaba ni le fascinaba. Disparar contra el enemigo y matar a otros profesores, a otros matemáticos del lado contrario tan infelices como él, con proyectiles y granadas lo consideraba una estupidez.

«No quiero que me odien por cometer actos brutales», se dijo y robó el reloj con toda tranquilidad. Primero se examinó su estado mental y cuando él declaró que había querido enriquecerse lo llevaron a la prisión militar. En la prisión militar se encontraban muchos hombres por robo o estafa como él.

Idealistas o no idealistas, […] y luego los pequeños ladrones, mil veces más honrados que los tipos que los habían enviado allá.

[…] Antes del general derrumbamiento político, económico y moral todos los Estados poseen un aparato judicial [represor] muy fuerte.

jaroslav Hasek, «Las aventuras del valeroso soldado schwejk», págs. 77-78

Vivimos la cumbre de la OTAN en Madrid y escuchamos la voluntad de los países que se sienten amenazados por la violencia de otros o por las avalanchas migratorias. Su única propuesta es aumentar en armamento, tanto como sus economías se lo permitan; sin embargo, nadie habla de las causas ni de cómo actuar sobre ellas: guerra de Somalia, Yemen, destrucción de estados como Iraq, Libia, Siria o Afganistán, hambrunas descomunales como consecuencia del cambio climático.

Lo mismo sucede con el problema migratorio: es de estúpidos querer bloquear las consecuencias (haciendo cada vez más infranqueables las fronteras o apaleando a los migrantes), sin atender a las causas.

Los líderes de la Alianza Atlántica aterrizaron en Madrid para debatir asuntos cómo salvar la vida de 6.570.000 niños menores de 5 años, que cada año mueren de hambre y de enfermedades curables o de acabar con la pobreza que afecta a 50,7% de la población mundial, y de paso pedir disculpas a decenas de millones de yemenís, iraquíes, afganos, libios, entre otras de sus víctimas, por arrebatarles la vida y llamarles «daños colaterales», haber destruido sus hogares y convertir a 100 millones de ellos en desplazados, o haber ahogado a miles de seres humanos, familias enteras, en el agua de los mares. Estaban decididos a buscar una cura para su adicción al negocio de la guerra, puesto que habían vuelto a encargar nuevas bombas (incluidas la nucleares-mochila) robando la mísera paga de los trabajadores. ¡Es broma! Si hubieran hablado de la necesidad de paz y de los problemas de la humanidad habrían sido expulsados de la cumbre esposados, acusados de «antisistema».

Nazanín Armanian, «24 notas sobre el «Nuevo Concepto Estratégico» de la OTAN» – Público – 1/7/2022

¿La objeción de conciencia es un derecho?

Hace ya un tiempo, en un escrito firmado por un médico, leía que el médico que no esté dispuesto a prestar servicio de asistencia para un aborto o una eutanasia debiera dejar de ser médico. […]

La dimensión religiosa de un individuo no pertenece a su espacio público (ciudadano) sino al privado. Fue dominante durante siglos, pero con la secularización ha quedado reducida a dimensión privada por lo que, cuando un médico hace uso de la OC prescinde de su dimensión pública, para cobijarse con talante individualista en su dimensión privada: se religa (dimensión religiosa) solo con su particular dios despreocupándose de su referencialidad a los humanos con los que convive, y se engaña al creer que su moral religiosa está por encima de la moral laica pública que le vincula con sus conciudadanos. Este sujeto, del que hipotéticamente hablamos, descuida su pertenencia a la comunidad política (pública), no tiene en cuenta su socialización, su relación intersubjetiva con sus conciudadanos y muy en especial con quien le pide ayuda para morir. Además, no ha comprendido que las leyes las hace la soberanía popular –es decir, todos– y no un poder trascendente –dios– o una institución no democrática –la iglesia– y que la ley nos obliga a todos por igual y que la socialización está en relación activa con la solidaridad. Cuando la LORE dice que el Estado se hará cargo de dar respuesta de ayuda para morir al ciudadano que cumpla los requisitos establecidos, ese Estado no es una entidad abstracta sino somos la comunidad de ciudadanos que hemos de comportarnos activamente y no como ciudadanos pasivos y esta realidad política urge todavía más a aquellos ciudadanos profesionalizados y comprometidos en el campo sanitario. Aceptar una ley que es lo primero que tiene que hacer un sujeto cuando la ley se promulga es asumirla como algo propio, lo ético es actuar y no escapar del deber público refugiándose en lo privado. Ahora se comprende que el médico escribiera en su artículo que el colega que no estuviera dispuesto a ayudar a morir “debiera dejar de ser médico” y que siguiera siendo creyente.

Libertad individual e interés común

Hoy en día se propende a ejercer la propia libertad con un talante individualista y a considerar la sociedad, la ciudad, como un espacio donde hay posibilidades y recursos que uno instrumentaliza para poder servir al interés propio o al interés del entorno cercano al propio yo. Se pierde la conciencia colectiva, el interés común, la dimensión pública que tienen algunos bienes y se convierten en bienes de dimensión privada que cada uno busca y atiende según su propio interés. Es la concepción del individualismo ético. Y muy posiblemente la objeción de conciencia sea una manifestación de este individualismo ético por mucho que se camufle bajo la excusa de la libertad de conciencia. Y lo que se pondera como libertad de conciencia y libertad religiosa bien puede ser una falta real de conciencia colectiva.
El problema de la OC no se cifra solamente en el fraude cívico (público) del ciudadano que se despreocupa y no se compromete con el deber público que le afecta como ciudadano con la excusa de la exigencia de la moral católica. El fraude se extiende al mismo planteamiento y solución que da la LORE. A la persona que solicita ayuda para morir si cumple con las condiciones establecidas en la LORE el Estado se compromete a prestarle asistencia para morir y ante esta realidad lo congruente y normal sería que ningún médico pudiera negarse a tal ayuda puesto que se trata de un bien público
reclamado por un ciudadano y ha de ser prestado por un médico que profesionalmente viene a ser un representante público que cumple con el deber del Estado de ayudar a morir a un ciudadano y, por tanto, no puede negarse. Además, el médico no ejerce ninguna tutela sobre el enfermo: la relación enfermo-médico ha de ser entendida desde la autonomía del enfermo que es el protagonista de su vida y su muerte. El médico al objetar y la misma
LORE dando paso a la OC rompen el sentido de la salud como bien público y la dimensión pública del ciudadano-médico comprometido en un sistema nacional.

fernando pedrós (Revista DMD, nº 86, págs. 28-29)

La Iglesia católica, defensora de la objeción de conciencia tanto frente al aborto como a la eutanasia, curiosamente no defiende la objeción de conciencia a la guerra o al servicio militar. De hecho, durante mucho tiempo tampoco permitió la apostasía. Ahora, en cambio, se convierte en adalid de un procedimiento de «desobediencia civil» contrario a los acuerdos democráticos establecidos y que carece de respaldo legal.

A diferencia de lo que ocurrió con la objeción de conciencia al servicio militar en la que los objetores eran obligados a realizar una prestación sustitutoria, en el caso actual los médicos no deben cumplir con ningún deber social que les disuada de utilizar la «conciencia» mal entendida para quitarse de en medio una tarea ingrata que forma parte de su labor profesional, obligando a otros a cubrir su vacío sobrecargándose de trabajo. Una propuesta lógica, en este sentido, sería que los médicos objetores cumplan con las tareas médicas de sus compañeros mientras estos realizan las tareas que ellos no quieren realizar por conflictos de conciencia.

Del mismo modo, quienes se conviertan en médicos de la medicina pública después de la aprobación de las leyes del aborto y de la eutanasia no deben tener el derecho a la objeción de conciencia porque, cuando accedieron a la carrera en la sanidad pública, sabían que este tipo de tareas estaban incluidas dentro de sus funciones. Alegar problemas de conciencia «a posteriori» sería actuar de mala fe. O dicho con otras palabras, estas personas deberían orientar su profesión al ámbito de la medicina privada.

Algo parecido ocurre en el ámbito de la educación: nadie acepta que un maestro/a o profesor/a alegue un conflicto con su conciencia para impartir clases en un centro de ideario católico, mientras se trató de ejercer dicha objeción con materias como «Educación para la ciudadanía» por considerarla «adoctrinadora».

Debimos establecer un procedimiento de objeción de conciencia a los principios religiosos de la Iglesia católica cuando estos eran hegemónicos en la sociedad española por pura imposición.

La defensa de la objeción de conciencia, incluyéndola en el texto legal, parte de una consideración práctica: siempre habrá alguien dispuesto a dar cumplimiento a los deseos de los ciudadanos que desean ejercer los derecho recogidos en la ley. Este principio, aunque sirve para salir del paso, es totalmente cuestionable desde el punto de vista ético. Para comprobarlo sólo tenemos que llevarlo al extremo: pensemos en el caso de que existiera un solo profesional sanitario ¿qué debería prevalecer el derecho del paciente o el del médico? La respuesta nos llevaría a replantearnos el sentido de la ley aprobada.

Basado en: Julen Goñi, «¿Objeción de conciencia?», Revista DMD

La Segunda República

La República de los intelectuales / La República de los maestros y maestras»

En nuestro imaginario colectivo la figura de don Gerardo, el protagonista de ‘La lengua de las mariposas’ —impresionante Fernando Fernán Gómez— , permanece como el arquetipo del maestro republicano, sabio, escéptico, pero que no pierde la ilusión de cambiar la sociedad mediante una educación capaz de formar alumnos críticos.

Mª del Carmen Agulló Díaz, «La revolución en la escuela» – Revista Eldiario.es – Las luces de la Segunda República

La aspiración a una España democrática y culta. La educación como pilar de ese cambio. Una escuela pública, obligatoria, laica y gratuita para todos, basada en el trabajo y en la solidaridad humana. Una escuela que necesita, como pilar fundamental, una nueva carrera de acceso a la docencia: una dignificación de la figura del maestro/a dentro de la sociedad. «Más escuelas y mejores maestros» como señala el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes (dirigido por un maestro). El plan supone la creación de tantas escuelas como sea posible (dado el enorme déficit existente), de comedores escolares («cantinas») y de colonias escolares para que los niños disfruten de actividades lúdicas, deportivas y culturales en el mar o la montaña.

Respecto a la función docente: se mejora de manera importante el sueldo de maestro/a, se equipara el estudio de Magisterio con el resto de estudios universitarios (las Normales se hace mixtas -a lo que responden los grupos más reaccionarios), se modifica el sistema de acceso a la función pública (con un año de prácticas remuneradas, sin oposiciones) y se garantiza la formación continua de los maestros/as en ejercicio (Centros de Colaboración, Semanas pedagógicas, Escoles d’estiu)

Se intenta que la escuela sea un lugar de convivencia, de tolerancia y respeto, regido por principios democráticos, en el que el maestro/a «no pega». Un lugar en el que se fomentan los principios constitucionales de actividad, solidaridad, trabajo, libertad y cooperación. Porque formar ciudadanos es el requisito imprescindible para crear una sociedad democrática.

LAS MAESTRAS REPUBLICANAS SON EL NUEVO MODELO DE CIUDADANAS MODERNAS

Son mujeres independientes económicamente, con poder de decisión sobre su vida afectiva, con una profesión, que no necesitan obligatoriamente el matrimonio para sobrevivir.
Ellas introducen en las escuelas las máquinas de coser y de escribir, como propone Leonor Serrano, para impartir una formación profesional y doméstica. […].
[Son] maestras con su imagen moderna, sus cabellos y faldas cortas y su sonrisa, porque intentan trasmitir a sus alumnas el concepto del aprendizaje atractivo, de la alegría de aprender en una escuela nueva, de la llegada de la modernidad. Maestras que son ciudadanas que votan y que se incorporan al ámbito público, que se afilian a partidos políticos y a sindicatos, que tienen una participación ciudadana activa y son concejalas, alcaldesas, diputadas en Cortes.

[ESCUELAS DE ADULTOS]

También se ocupan de las escuelas de adultas. Es necesario alfabetizarlas para que puedan ejercer de manera consciente el voto, para ser ciudadanas de pleno derecho. Han de aprender a
leer y escribir, pero, sobre todo, a discutir, a debatir, a cuestionar.
Formación de adultas y adultos que será decisiva en las zonas rurales, en las que se completa con las acciones del Patronato de
Misiones Pedagógicas.

Mª del Carmen Agulló Díaz, «La revolución en la escuela» – Revista Eldiario.es – Las luces de la Segunda República

Las Misiones Pedagógicas

El Patronato de Misiones Pedagógicas fue creado por el Gobierno Provisional de la Segunda República el 29 de mayo de 1931. Su objetivo era llevar a las gentes que vivían en las zonas rurales los avances del progreso y el disfrute de la cultura que se encontraba reservado a las zonas urbanas.

Su origen se encuentra en la propuesta que el fundador de la Institución Libre de Enseñanza (Francisco Giner de los Ríos) realizó al gobierno de la época en 1881. Su propuesta era llevar a los mejores maestros a las zonas rurales más abandonadas para hacerlas partícipes del progreso industrial y de la Ilustración que acompañaban a la modernidad.

Para ello, se buscó, con mucho cuidado, un grupo entusiasta de intelectuales y de maestros y maestras que fueran capaces de insertarse adecuadamente en el medio rural. Su tarea estaba vinculada con los diversos servicios que se ofrecían:

  • Bibliotecas: (en este proyecto colaboró María Moliner). El proyecto consistía en una colección de 100 libros que se entregaban en un mueble que quedaba depositado en la Escuela, al cuidado del maestro/a. «Hasta el 31 de marzo de 1937, en que se disolvió el Patronato, se entregaron 5.522 bibliotecas y alrededor de 600.000 libros, lo que supone la campaña de animación a la lectura más grande jamás hecha en España. Era habitual que los misioneros reunieran a los niños durante el día, mientras los adultos trabajaban, para leer y organizar juegos. Junto con los libros, los misioneros llevaban un gramófono con el que organizaban audiciones tanto de música popular, representativa de las diversas comunidades de España, como clásica o culta.» (Eugenio Otero Urtaza, «Las Misiones Pedagógicas: la enseñanza de ‘todo lo demás» – Revista Eldiario.es – Las luces de la Segunda República)
  • Cine: Era lo que más sorprendía y lo que más llamaba la atención, de manera que no faltaba en ninguna expedición. Las personas acudían desde lugares lejanos para contemplar este misterioso artilugio que proyectaba imágenes tan reales que asustaban al público, por ejemplo, cuando veían un tren viniendo hacia ellos. Eran proyecciones de cine mudo (películas o documentales) que se hacían acompañar de la música de un gramófono.
  • Teatro: (dirigido por Alejandro Casona y tomando como modelo la «Carreta de Angulo el Malo» de El Quijote) pretendía llevar obras sencillas, fáciles de montar, entender y de representar, con pocos actores, que, en algunos casos, fueron sustituidas por teatro de guiñol, al ser más fácil de transportar a los lugares más apartados. (El teatro de guiñol fue dirigido por Pedro Salinas para cumplir con su deseo de estudiar el lenguaje popular). Se representan obras cortas de teatro clásico que aporten sabiduría a quienes las contemplan. Los actores, unos cincuenta, eran estudiantes universitarios y aprendices de maestros que ponían todo su entusiasmo y esfuerzo en llevar la cultura a todas partes, incluso a las más remotas.
  • Música:
  • Reproducciones de obras artísticas: El «Museo del Pueblo» era un conjunto de copias de cuadros, principalmente del Museo del Prado, realizadas por pintores jóvenes que, de manera itinerante, acercaban el arte a las zonas rurales. Una vez concluida la cesión temporal, se dejaban fotografías o grabado enmarcados en la escuela del lugar. Las explicaciones sobre los cuadros se hacían acompañar de proyecciones de películas o de imágenes fijas, abriendo la actividad a la participación de los campesinos.
  • Recitado de poesía o romances:
  • Cursos participativos de formación para maestros/as de una determinada zona.

«Toda esa juventud se dio cuenta de que no solo había una cultura antigua y residual en las aldeas, sino que además esta cultura contenía un fondo con el que había que contar para renovar la vida y los hábitos del país. Por otra, las andanzas por los pueblos hicieron madurar a toda una generación inquieta de intelectuales, estudiantes y profesores universitarios, inspectores de educación y maestros, influyendo en su percepción de la vida, en sus valores artísticos y literarios, en sus decisiones políticas y sus compromisos
sociales.»
(Ibid)

Donald Trump, la degradación del estado democrático de derecho

  • La verdad la determino yo, no la realidad. En el momento de su elección comenzó un desprecio a la realidad como fuente última a la que recurrir en el caso de disputa. Sus asesores afirmaron que su toma de posesión fue la más concurrida y no cambiaron de opinión cuando les mostraron fotos tomadas en la toma de posesión de Obama desde ángulos semejantes en las que se apreciaba claramente que no era cierto.
  • El desprecio a los medios de comunicación. «La opinión pública ya no os cree», sois «enemigos del pueblo», decía Trump, que se permitía, además, vetar en sus ruedas de prensa a ciertos medios hostiles porque los acusaba de publicar falsedades. En cambio, él optaba por hablar directamente a los estadounidenses a través de Twitter, sin los filtros que suponen los periodistas. A pesar de sus millones de seguidores, en realidad muy pocos leían sus tuit, pero conseguía un enorme impacto porque los medios de comunicación tradicionales sí se hacían eco de esos textos, consiguiendo así la repercusión que buscaba. [-> Populismo de manual: abandonamos las antiguas estructuras, y el líder habla directamente a los ciudadanos -sus votantes- porque desprecia la política tradicional absolutamente ineficaz y corrupta].
  • Desacreditar al sistema. Antes y después de su derrota electoral Trump denunció un fraude electoral masivo del que no aportó ningún tipo de pruebas. De hecho, dejó caer la posibilidad de manipulación en el voto por correo: ¿cómo puedes saber que tu voto, el que entregaste en la oficina de correos es el que llega a la mesa electoral? ¿Cómo sabes que los votos los cuentan bien y no falsifican las actas de las mesas?,… Así se entiende que en un país en el que los ciudadanos tienen que pedir poder votar se hayan puesto en marcha cambios legislativos para hacer cada vez más complejo este proceso, dejando a las minorías y a los grupos más desfavorecidos fuera del sistema. ¿A quién le interesa la opinión de los pobres, inmigrantes, latinos o negros? De ahí a negarles su condición de ciudadanos,… un paso.
  • El apoyo en la religión. Utilizar la vía de influencia de las comunidades religiosas y de sus líderes que convierten la religión en un negocio crea una curiosa simbiosis entre capitalismo y teocracia. ¿Quién dijo que el estado moderno, a través de las revoluciones burguesas, supuso el final de la teocracia del «Antiguo Régimen»?
  • El desprecio al pago de los impuestos. Las empresas de Trump se han caracterizado por sus problemas legales por no cumplir con sus obligaciones tributarias. ¿Se está proponiendo que todos los ciudadanos aspiran a evadir impuestos? ¿Que si pudieran, defraudarían? ¡Y esto lo vota quien no tiene ni para comer, ni para pagar un seguro médico o para llevar a sus hijos a la universidad! Uffff.
  • El desprecio a la vieja política. En la línea del más puro «populismo» hay que romper con los viejos principios y aliarse con aquellos que satisfagan nuestros intereses (se entiende: económicos). Porque si algo le caracteriza es la falta de unos principios éticos o políticos. Los principios son malos para los negocios.
  • Machismo vergonzante. Su pasado está plagado de situaciones con comportamientos machistas que se aproximan o llegan al acoso o al desprecio hacia las mujeres.
  • Hiperliderazgo-Fanatismo. Donald Trump se jactaba de que, hiciera lo que hiciera, sus votantes le seguirían votando. De hecho, afirmaba que si matara de un tiro a una persona en la Quinta Avenida, en medio de la multitud, le seguirían votando. [-> Por lo tanto, ya no es un problema de racionalidad sino de fanatismo político incondicional que se acerca más a una cuestión de fe (fe ciega, como todas las fes)].